Los secretos del Padre son muchos y durante siglos el mejor guardado ha sido la verdad detrás del surgimiento del Ragnarök.
Nada puede ser sepultado y escondido eternamente, tarde o temprano el despertar comenzará definiendo el destino de los dioses...
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Odín
Los siglos transcurrieron en un notorio balance entre cada uno de los reinos.
Nuestros hijos crecieron fuertes dotados de carácter siendo conocidos a lo largo y ancho del universo como los príncipes de Asgard.
Thor y Loki habían compartido desde el primer día un hermandad estrecha aún cuando sus intereses fueran completamente diferentes uno con el otro. Al llegar a la madurez Thor eligió aprender sobre el combate, el arte de la guerra deseando un día ser capaz de honrar mis años de gloria con el mismo vigor, mientras Loki inclinó sus conocimientos hacia el arte de la magia, Frigga se encargó guiandolo desde sus primeros estudios durante la infancia y cuando fue tiempo confío el aprendizaje del pequeño a los mejores instructores.
Aún ante sus diferencias de carácter y deseos personales confío ciegamente en que ambos sabrán remediarlo para cuando el momento llegué los dos puedan guiar nuestro reino contra el caos.
Luego de una larga jornada mi cuerpo requiere sueño profundo, me dedico a tomarlo estando seguro de saber que el balance es entero; los nueve mundos se abren como ventanas para mí observación desde las tierras frías de Jotunheim hasta Muspellheim, dónde puedo admirar maravillado a la más fabulosa obra de la creación, destacándose igual a una de mis fuertes Valquirias entre los gigantes de fuego corriendo descalza por el suelo rocoso con las piernas desnudas que ni siquiera el intenso sol son capaces de quemar, su cabello se revuelve en los feroces vientos pero ello no la detiene de atacar, es hábil, astuta, fuerte e imparable como una tormenta, marcando en el azul de sus ojos el mismo brillo que su hermano combatiendo hasta el final contra los gigantes.
Apesar de no estar a su lado no hemos sido ajenos a su crianza vigilando cada paso. Pierdo su claridad cuando las luces de Muspellheim se apagan, el cielo se cubre con tejidos negros y Asgard se vuelve lejano en el horizonte. Aún sin verla puedo distinguir su energía oscura en el aire, mucho más fuerte que la última vez.
-Hela.
-Hola Padre.
Giró sobre mis propios pasos notando el cambió importante de hace unos siglos atrás, ya no es sólo una voz colándose en mis sueños, sino una presencia clara despojada de luz.
-¿Cómo pudiste llegar hasta aquí?
-Ingresar aquí no fue tan difícil como imaginas ¿Acaso creiste ser el único con conciencia durante el sueño profundo? Que equivocado estás.
-Si viniste hasta aquí, debes tener un buen motivo hija mía.
-Por supuesto que sí..."Padre".
El intenso tono decadente de vida se arraiga a cada rincón, más invasivo e incontrolable sobre mi propio poder.
-Lo que vez, sólo es un poco de lo está por venir "Rey de Asgard" el día de mi despertar está cerca, tú poder ya no será suficiente para detenerme, tomaré lo que es mío y mi "amado" padre verá consumirse en ceniza su querido reino como a cada uno de sus favoritos arder en la hoguera.
Poco a poco su cuerpo vuelve a alejarse llevándose aquella bruma sombría segura ante cada una de sus palabras.
-Debes comprender, ninguno de ellos te ha hecho esto, debes luchar también Hela, pelea contra las sombras.
-¿Pelear? ¿Por qué? Tú me negaste mi legítimo lugar, ahora la Oscuridad es mi hogar y a ella entregaré las almas de cada uno de tus hijos. Una sonrisa se forma entre sus labios susurrando por debajo.
-Disfruta tú sueño "poderoso Odín" pues lo que vendrá será una verdadera pesadilla, la puerta se romperá y emergere del pozo dónde me abandonaste.
Tras el despertar mi semblante no ha mejorado por el contrario la señal finalmente había llegado, el Ragnarök está pronto a concurrir, el tiempo se acorta junto a las posibilidades sólo una persona seria capaz de enfrentarse al poder que Canter confío a Hela.
Pero aún cuando conociese su destreza nuestro futuro no estaba atado sólo a ella, mi sangre como la de Laufey había sido destinada a provocar el caos pero tal vez el cariño sembrado durante estos años sea capaz de torcer el destino.
-¿Qué sucede esposo?
-El día se acerca Frigga, está comenzando debemos prepararnos. Respiró.
