Hermanos

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Loki

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Loki

Mis ojos ruedan por cada ángulo de su piel, la acarició encantando con su brillante tez lunar bajo el manto de la oscuridad, las velas apenas alumbran el cuarto dejandome admirarla como a un mismo espejismo, una gracia perfecta desnuda sobre mis sábanas, erizandose con mi suave toque alrededor de sus hombros, mi respiración viaja por su costado sintiendo ese suave aroma que desprende cada poro de su frágil ser, me llena y gratifica escuchar mi nombre escapar de sus labios jadeante pidiendo ir más lejos.

Asiendo por su cuello rosando mis dientes contra su carne, la prension de sus dedos aumenta ahogando los gemidos que mi tacto le provocan, continuando su viaje desde mi nuca hasta enredarse en mi cabello, rogando con un sólo gesto acercarme más, uniendo nuestros cuerpos al mismo compás.

Admiro desde cerca aquellos ojos azules enormes, brillantes cargados con la misma necesidad, ambos deseamos lo mismo.

Fija su atención en mi barbilla dejándome sentir la calidez de su tacto contra mis labios, acariciandolos de un extremo al otro es suave, tibia como exitante, desarma mis piezas como un puñado de maíz pero ni aún teniendo la conciencia puedo dejar de sentirme tan bien.

—Loki. —Jadea a escasos centímetros de mis labios abanicando su aire cálido cómo la primavera abriendo un mundo nuevo delante de mí, imitó el gesto deslizando mi pulgar por el borde de sus redondeados labios rosados como una hermosa flor abierta, clamando por los míos en ese profundo deseo escrito en su mirada diamantina, su boca recorre mis mejillas llenandome de su calor, es irresistible e imposible negarse más tiempo a su embrujo, la deseo y sólo quiero oírla repetir mi nombre una y otra vez alto, fuerte y extasiado de placer.

Deslizó mis manos alrededor de sus muslos envolviendola a mi cintura sellando su abominable hechizo uniendo sus labios contra los míos.

Saltó del colchón con el sudor frío recorriendo mi espalda, observó paranoico hacia ambos lados notando la recámara completamente vacía, sólo fue una pesadilla, un espantoso mal sueño creado por su culpa.

Vuelvo a acomodarme sobre las almohadas tomando el control de mi mente, debo hacerlo antes de permitirle a mi imaginación volverme a jugar una broma como está, fue demasiado lejos está vez, lucía real, tanto como puedo recordarlo, le e permitido demasiado eso está claro o no me vería sufriendo este tipo de engaños mentales, provocándome fantasear con un animal como ese, soy un ser inteligente, pensante, habilidoso, esto es sin duda lo más vergonzoso que e caído.

Debo dejarla atrás, solucionar este parásito arraigado a mis pies cueste lo que cueste, no puedo dejarla ganarme, caer en sus corrientes hechizos me hará lucir estúpido frente a toda la corte de Asgard. 

EevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora