Los secretos del Padre son muchos y durante siglos el mejor guardado ha sido la verdad detrás del surgimiento del Ragnarök.
Nada puede ser sepultado y escondido eternamente, tarde o temprano el despertar comenzará definiendo el destino de los dioses...
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Loki
Los pájaros cantan en mi ventana obligandome a despertar, había soñado toda la noche con esos hermosos ojos, sus manos aún me abrazaban en mis recuerdos, el sonido de su risa en mi oído seguía siendo un eco infinito dentro del alma.
"No lo olvides..."
Despierto escuchándola aún a la distancia, siendo lo primero en salir de mis labios su único nombre.
-Eeva.— La busco de un lado a otro pero ella no está aquí, miro hacia afuera notando el sol ya en lo alto.
No entendía como había logrado dormir tanto, ni en mi adolescencia logré conciliar el sueño de aquella forma y mi prometida parecía aprovecharse de ello, pero ya le daría su correctivo está tarde cuando nos quedáramos solos.
Las palabras vuelven a filtrarse en mi mente sintiendo ese beso tibio en la mejilla, dándome un extraño escalofrío en el cuerpo ¿Lo soñé? ¿O realmente había sido cierto? No lo sé con seguridad.
Tomó ropa limpia sin saber dónde Eeva habrá escondido mi traje nuevo, pero lo buscaría más tarde luego de nuestro merecido desayuno juntos; aún su perfume se mantenía impregnado en mis dedos era mi favorito, no tenía comparación a otro y me encanta saber que despertaría cada mañana con esa fragancia entre mis sábanas, había imaginado mucho tiempo como sería nuestro ansiado encuentro y tras una larga espera puedo afirmar que cada segundo valió la pena, así como las orquídeas Eeva había florecido para mí, dejándome guiarla a las puertas del Edén conmigo. Llevaba mi nombre en ella y el suyo quedaría grabado en el mío, había saciado infinidad de pasiones pero tomar el cuerpo de la mujer que amaba era un sentimiento indescriptible a todo lo conocido.
Llegó al comedor viendo a Thor llenándose la boca con una manzana roja, mientras Madre le ruega no atragantarse, como si las bestias fueran capaz de comprender, ojeo la larga mesa sin ver a Odín en la cabeza sólo junto a ellos dos.
-¿Dónde está Eeva?-Thor se burla, desviando su atención hacia ella.
-Un día y ya no puede vivir sin ella ¿Quién es el patético ahora?
-Cierra esa boca o atragantate, la que escojas mejor.
-Hijo, no seas así, no e visto a Eeva está mañana ¿Hasta que hora se quedaron despiertos? Tal vez siga durmiendo.
-No eso no es posible, debe estar con las Valquirias iré a buscarla.
-Avisale que está tarde tendremos clase de etiqueta por favor, dile que me encuentre en el jardín. —Asiento, prometiendo darle el recado antes de salir del comedor, avanzó a paso apresurado con una extraña sensación en el pecho, volviendo a oír ese eco infinito en mi cabeza repitiendo las mismas palabras.
"No lo olvides..."
Llegó hasta el área de entrenamiento viendo a las Valquirias prácticar junto al equipo de Thor sin una sola rivalidad, aprendiendo uno del otro, echo una mirada rápida sobre sus patéticas personas sin encontrar a la única persona que busco.