Eeva

Coraje



Eeva

Mi corazón vuelve a latir de mejor forma, haber hecho las pases con Thor se siente como una caricia fresca en el alma, dándome un nuevo respiro, prometió ayudarme a hacer las pases con Loki; se que aún cuando él lo considerará inferior siempre oía al mini gigante rubio, pese a que  fuera para tomarlo como un juego nada se le pasaba por alto.

No debería esperanzarme mucho, lo sé, Thor me dijo que los engaños a Loki no solían gustarle, menudo cliché para el dios de las mentiras...pero así era, poco compartía sobre sus sentimientos pero incluso para mí hermano era claro que nada de esto le había caído en gracia. Si quería solucionarlo debía armarme de calma, paciencia y tiempo, era un terco, orgulloso que siempre quería hacer prevalecer su voluntad como ideas, hacerlo cambiar de perspectiva sería toda una odisea peor aún habiéndome ganado su enojo completo.

Me niego a rendirme esperando por primera vez con emoción el banquete que Madre hará, han sido de buena suerte para nosotros hasta ahora, la última vez apostó por mí sin saber quién era e incluso recibí una disculpa de sus labios ante los hechos.

Acomodo sobre la cama el vestido que madre me ha mandado hacer intententando descubrir la forma de atarlo cuando oigo el murmullo insesante fuera de mi recámara, salgo oyendola las quejas de mis hermanas hacia Sigrid.

—¿Qué sucede?

—No ocurre nada coneja, las chicas sólo están algo...

—No la engañes Sigrid, dile, Odín ya no confía en nosotras.— Las palabras de Kaira me sacan de eje inquiriendole con duda.

—¿De que hablas? ¿Qué orden dió ahora?—Una de mis fieles Valquirias gruñe molesta con sólo pensarlo.

—Reforzo la guardia para tí, habrá aparte de nosotras una comisión especial de cuadro torpes soldados más detrás de nosotras, como si no fuéramos suficiente para ella.

—¿Es en serio?

—Si, Eeva desde ahora ellos vendrán con nosotras a los entrenamientos, las salidas que quieras hacer a la ciudad...como a tus cabalgatas. —Maldigo por dentro ¿Hasta esto es capaz de arrancarme? Nada le alcanza jamás.

—Yo lo voy a solucionar, no se preocupen es exagerado lo que está haciendo, ustedes son las mejores guardianas que han existido y no aceptaré a nadie más jamás. Les sonrió yenandome de aquella energía que recorre mi cuerpo dándoles ánimos.

—Ahora quiten esas caras largas, son demasiado bellas para ellas, mejor alistense para está velada quiero que sean la envidia de los demás Reinos. 

—¿Qué pasó coneja? Tú ánimo andaba por el piso hace unos días, casi que podíamos fregar el piso con él ¿Qué sucedió?—abrazo por detrás a Kaira regalandole una sonrisa a todas.

—Sigrid me dijo que debía tener paciencia y todo se resolvería...ciertamente estuvo en lo correcto, lentamente todo se está arreglando, las tengo a ustedes, a Madre, Thor y se que también muy pronto podré recuperar a dos más, cuando eso pase seré la mujer más feliz en el universo, estaré en paz y nadie nunca podrá volver a quitarme la sonrisa de la cara.

—No sé porque tanta dedicación por ese insoportable si fuera mi familiar ya lo hubiera perdido hace años. —Suelta Kaira sin entender aún mi vínculo sincero con Loki.