Inexistente

20 2 3
                                    

Eeva

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eeva

El aire que me produce finalmente confesar la verdad termina por durar menos de lo pensado con sólo oírlo igual de frío y cortante que antes, dándome la espalda, sus ideas se vuelven un torbellino y el odio se instala esplendoroso en su interior creyendo mal de mí como cada hecho vivido.

—¡Loki!—Lo veo salir sin detenerse y voy tras él tan rápido como puedo siguiendo su paso firme por los corredores queriendo ignorar mí voz como si no fuera capaz de oírla.

Logró apretar el paso sujetándome a su muñeca derecha pero se zafa tan rápido como si fuera capaz de trasmitirle una enfermedad contagiosa.

—Detente por favor.

—Largate, ver tú cara ya me produce vomitos. —Sus ojos se cubren de aquel fuego abrazador nuevamente, viéndome con odió una fuerte sentimiento oscuro se apodera de él, opacando hasta el mínimo destello que descubrí hace tan poco.

—Permiteme explicarte.

—¿Qué vas a decir? ¿Cuánto te divertiste? ¿O cuánto te reíste a mis espaldas? Fue genial, podrías ser mi dicipula como diosa del engaño si te lo propones eres igual de embustera y fabuladora.

—¡No te menti en nada! No podía decírselo a ninguno de los dos, debía mantener el secreto hasta que fuera tiempo ¡Odín! Creía que lo mejor para nosotros era crear un vínculo primero uno honesto y no por compromiso o verse sometido solo por ser hermanos.

—¡Cállate! Ni pienses que voy a volver a caer en tus mentiras Cordero sucio, jugaste tus cartas ahora no te atrevas a intentar persuadir el mío.— El pecho se me estruja y las lágrimas escapan de mis ojos, conozco su crueldad pero está vez su indiferencia, frialdad y maldad me parte el corazón.

—¡Yo no te mentí!—respiró tragando el orgullo confesándole la verdad.

—Aprendí a quererte tal como eres, con tú locura, enojo y edonismo, pude ver él ser que eres... tú me protegiste, me cuidaste, me enseñaste ¿Cómo puedes creer que yo te fallaría?

—¡Lo hiciste! Consciente o inconsciente, pero ya no más, Hela puede arrancarte el corazón, puedes caer a un pozo de agua y ahogarte o ser deborada por una de las imponentes bestias que manda tú adorada Hermana y no me interesará, eres basura, escoria.—Su mirada desdeñosa me encoje volviendome diminuta con sus palabras determinantes apuñalandome una por una al alma, mi voz pierde valor dejandome callada.

—Mantente alejada de mí, oíste, no me interesa que seas..."Mi hermana" te acercas a mí y te haré conocer el horror ¿Comprendiste? 

EevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora