Los secretos del Padre son muchos y durante siglos el mejor guardado ha sido la verdad detrás del surgimiento del Ragnarök.
Nada puede ser sepultado y escondido eternamente, tarde o temprano el despertar comenzará definiendo el destino de los dioses...
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Loki
Disfruto lo que queda de la tarde con una deliciosa infusión terminando mis estudios en la biblioteca repasando los conocimientos sobre magía, cuando oigo el llamado en la puerta.
—Adelante. —Thor se asoma, dando un paso hacia adentro causando mi malgenio al ver sus botas sucias de montar.
—¿Por qué vienes a la biblioteca con esas horribles botas? Ésto no es un establo.
—Lo siento, sólo estoy buscando a Lady Eeva, creí que podría estar contigo por eso vine a buscarla aquí.
—No, las lecciones terminaron hace bastante, tendría clases con sus tutoras.
—Justamente, no llego a las clases, Sigrid y Heith están buscándola hace un buen rato, pero nadie sabe dónde se metió. —Cierro el libro apoyandolo contra la mesa con aquella idea clara en mente.
—Si conozco a los animales, puedo afirmar que el tonto cordero se ha escapado de su corral.
—¿Pero por qué haría eso?—Tomó paso hacia la puerta oyendolo avanzar detrás al mismo ritmo de mis pies.
—Simple, curiosidad.
Revisamos algunas áreas del palacio juntos sin hallar nada, Thor intenta ir por su refuerzo de idiotas pero ellos tampoco aparecen, las Valquirias comienzan a perder la paciencia moviéndose por cada corredor buscando a ese cordero escapista.
Una de las siervas me confieza haber visto al grupo de guerreros salir por la calle principal rumbo a la ciudad corriendo junto a nuestra invitada. Le aviso a mi hermano preguntándole a dónde pudieron haber ido, hay que encontrar a esa bestia antes que sus tutoras incendien el palacio con nosotros dentro.
—La taberna, es el lugar que más frecuentamos a Lady Sif se le había ocurrido invitarla hace unos días pero no quise hacerlo para no meterla en problemas.
—Y los hizo por ella misma.— Las trompetas suenan dando la alarma cuando un pequeño sismo sacude el suelo, los guardias se acercan hasta nosotros informando la advertencia de un Moustruo cercano a la ciudad.
—¿Alguien lo vio?
—Si señor, al parecer es similar al cuál lo atacó hace unas semanas atrás.— Recuerdo bien aquella bestia no quiere ciudadanos, ni animales, solo busca a ese cordero.
—Prepara una escolta, los quiero afuera en dos minutos.
