Mentiras

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Loki

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Loki


 El cumulo de emociones se fijan en mi alma, finalmente lo comprendo puedo verlo con claridad, cada hecho ocurrido durante estos años, los "Por qué" Sin respuesta son contestados con una idea que jamás hubiera cruzado por mi mente, incendiandome el pecho de coraje.

Actuó sin pensar apartando a todos de mi camino formando en cada esquina una nueva amenaza como distracción a la guardia e invitados; funciona pues todos comienzan a salir huyendo dejando sólo  gritos asustados tal como deseo obteniendo la sala del trono vacía, únicamente para mí. 

Avanzó entre el caos sembrado ingresando entre los que escapan, espero hasta el último y cierro todas las puertas viendo únicamente a los dos sentados en el trono real custodiados por la reducida guardia, basta un soplo de aire para que mi hechizo les llegue enviándolos a dormir, caen igual a muñecos contra el piso fundidos en aquel sueño profundo.

—Creo que así es mucho mejor.

—Hijo mío ¿Qué crees que estás haciendo?—Exclama molesto desde su altivo trono.

—Dime lo que soy.— Le exigo saber recordando cada imagen que el poder de Eeva me enseñó.

—Eres mi hijo.

—Eso no es cierto.— La postura de Padre se tensa mirando en dirección a madre.

—El cofre no fue lo único que tomaste de Jotunheim ese día ¿no es verdad? "Después de tú heroica cruzada" ¿Qué más tomaste esa noche?—Se levanta de su puesto intententando acercarse a mí.

—¿De dónde sacaste eso?

—¡Acaso importa ahora! ¡Quiero oírlo de tú boca! ¡Dime quién soy!—Exclamo con fuerza no solo viéndolo a él, también a madre.

—¡Eres nuestro hijo Loki! Siempre será así. Me dice la gran Frigga al borde del llanto dejándome dislumbrar en su penosa mirada un poco más la luz.

—La verdad es más grande que esa, dimela ¡quiero oírla de tí mismo!—Sus ojos se serenan viéndome desde lo alto del trono.

—Después de la batalla...visite el templo, allí encontré un bebé, era pequeño para ser hijo de gigantes el hijo de Laufey, abandonado a su suerte, destinado a morir.

—Mentira, estabas cubierto de sangre Jotun ¿Por qué me llevarías contigo?

—Eras un niño inocente.—Oigo el ruido detrás pero ni siquiera le doy importancia se ha llenado la boca de mentiras incluso ahora.

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