Infantes

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Loki

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Loki


No tarda en caer profundamente dormida sobre las almohadas, su corazón se mueve a tiempo normal bañando sus mejillas con un suave color rosado está en paz, navegando en aguas claras lejos de los males de Hela.

Acercó mi mano a ella dudoso, pero deseando tanto poder hacerlo que lo hago igual, dejó rodar mis dedos alrededor de esos platinados cabellos con cuidado para no despertarla, mientras bajo despacio por el lado izquierdo de su cara atontado con aquel toque cálido jugando contra mi piel llenandome de dicha, está pronta a la mejoría solo es cuestión de tiempo para que salte de esa cama y vuelva a ser la misma problemática mujer.

Sigo diambulando por la delgada línea de su maxilar, mi pulgar sube quedando a escasos milímetros de sus labios, son perfectos, tentadores con el color y textura soñada; había probado muchas bocas pero ninguna había sido capaz de robarme así el pensamiento, deseaba tanto marcarla como mía, llevarla al paraíso aunque fuera conciente que ese día nunca llegaría; pero otra idea suplanta mi fantasía imaginando el paso del tiempo, tal vez encuentre un hombre, un maldito Principe, noble capaz de tomarla o incluso Padre podría obligarla a contraer nupcias con una misera rata surgida de alguna nación. La bilis estalla en mi boca con ese sabor amargo e imborrable con imaginar un par de manos sobre ella, era nuevo en mí sentir algo así, nunca antes había necesitado resguardar una pertenencia con tanto recelo, ni mis deslices o cortezanas lograron causarme algo así.

—¿Qué me hiciste? ¿Eh? Soy débil y común gracias a tí ahora...te odio cordero.

Vuelvo a sus cabellos cuando aquella conexión regresa dejandome ver el prado de erucoides dónde permanece sentada admirando Asgard armando la corona de flores mientras Svadilfari pasta a un extremo, puedo verme a mi mismo junto a Thor discutiendo por  un tonto absurdo sólo ocurrente en su cabeza, pidiendonos calma cuando oigo el relincho del otro corcel viéndola llegar a nuestra par.

—¿Por qué te desapareces? Yo no cuidare sola de este par oíste, no dejaré que Padre y Madre me culpen por sus desastres.

—No es tan grave, puede solucionarse no te alteres Hela ahora cuenten nos la historia completa.

—Fue Thor, no me veas así, estuve la mayor parte del tiempo con Hela.

—¿Eso es cierto?— Su mirada se contornea hacia mi recreación imaginaria.

—Si, la mayor parte del Tiempo pero alguien deberá asumir la responsabilidad por el desastre en el salón Madre nos mandará a buscar pronto, debemos idear un plan lo antes posible. —Sus productos imaginarios desmontan acomodándose alrededor suyo planeado divertidos una buena escusa ante esa tonta travesura. 

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