Flagelación

29 4 16
                                    

Loki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Loki

Así como Padre me lo encomendó e cumplido los últimos días en formar al cordero dentro de la magia y su defensa, las bases que poseía para mover objetos le ha sido de gran utilidad a la hora de defenderse pero no lo suficiente, al no tener permitido poseer armas estás se disuelven con su mínimo contacto, la e sometido y llevado al límite transformandome incluso en una Anaconda pero su decadentes hechizos no le permiten defenderse ante un verdadero ataque.

E aumentado el nivel de mis múltiplicaciones quienes le han brindado más de una golpiza antes de tocar el suelo, lo cual no indica que alguno de sus golpes no le rompan la cara a unos de ellos, incluso yo mismo e sufrido en medio de la confusión su puño desmedido en el centro de la cara, logró apenas sanarme sin que lo noté.

Lo único divertido de estos días a sido lograr arrastrarla al vacío pleno, la oscuridad, el miedo de sentirse indefensa sin poder utilizar el combate mano a mano como acostumbra. La piel blanca se le llena de moretones pero eso parece no serle lo suficiente alentador para lograr un cambio, continúa igual de terca, murmurando contra Odín, contra mí y el universo mismo este castigó. 

Le enseño sobre las copias como producirlas y hacerlas obedecer su propia voluntad, no son seres libres con sus propios designios está exclusivamente en ella ordenarles. 

Logra crear dos copias exactas de si misma, le exijo darles movimiento, soltura pero logran moverse en un tiempo discontinuo a ella, dejando en evidencia que solo son un artilugio insuficiente para distraer al oponente.

La e observado durante todos estos días aguantar el entrenamiento a fuerza de voluntad, dejándose herir hasta dónde lo creo conveniente haciéndo desaparecer mis marionetas pero aún así ella permanece conteniendo el punto máximo de caos dentro suyo.

Tolere las miradas disconformes de Madre,Padre, Thor e incluso su hechicera personal al considerar mis métodos muy pocos convencionales y lo eran, pero también sería la única forma de liberar el punto culminé del cordero, se que hay más, puede hacerlo pero su tolerancia al dolor y la flagelación es sumamente preocupante cualquier otro hubiera estallado hace mucho pero el torpe corderito seguia resistiendo.

El nacimiento repentino de aquellas orquídeas nos obligó a cambiar a otro salón del palacio pero las reglas continuaron siendo las mismas, no podía irse cuando quisiera como tampoco decir esa bendita palabra. Vuelvo a someterla a su infernal círculo con mis copias pero está vez no me limitó a unos suaves golpes, necesito obligarla a perderse, soltarse por completo dándoles la orden de atacarla sin clemencia.

Golpea uno contra otro, se dobla, los esquiva, pero termina por ser tomada por sorpresa desde atrás, torciendole  la muñeca haciéndola gritar de dolor, empuja a mi copia que se planta adelante de ella, pero la sostiene dándole un golpe secó en la tibia, su chillido estalla como un eco infinito, los demás se unen a ellos dándole una buena golpiza frente a mí. Contengo ese sentimiento igual a un parásito subir por mis pies al ver su cara de terror frente a los infinitos puñetazos que le causan, tiene que hacerlo o jamás podremos dejar este maldito lugar ninguno de los dos. Súplica repitiendo una y otra vez mi nombre pero me niego a oírla, caer y echar a perder nuestra última carta disponible. Corró la cara hacia otro sitio pero ese sonido persiste, su carne siendo molida por las manos desdeñosas de mi propia creación me generan una sensación jamás antes percibida.

EevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora