El pelirrojo estaba sentado en un dojo viendo como entrenaba la pelinegra con mechones morados y la de ojos rosas mientras Kanae las supervisaba preguntándose a sí mismo
“¿Por qué preocuparse por las demás personas si no vale la pena o acaso si vale la pena sacrificarte?”
Dejo de pensar en eso ya que nunca encontraría una respuesta viendo que se acercaba la pelinegra hacia su posición parándose enfrente del pelirrojo mirándolo a los ojos
Kanae: Levántate te entrenare (Con una voz autoritaria)
El pelirrojo no dijo nada solo se levantó comenzando a seguir a Kanae sintiendo las miradas de las otras dos pelinegras, Kanae le aventó una espada de bambú al pelirrojo que este agarro con dificultad no sabía usarla.
Kanae: Bien te enseñare todo lo que se, en el uso de la espada y te enseñare a usar la respiración de las flores (Sonriendo)
El pelirrojo no dijo nada solo se quedó mirando ala pelinegra preguntando porque le iba a enseñar eso, había un motivo para hacerlo hasta que llego a una conclusión
“Ahora me convertiré en una herramienta para asesinar”
Eso no le importa con tal de ser útil, aunque sabía que podría que muy pronto lo fueran a “Reemplazar”, pero no le importaba en convertirse en un asesino si con eso podría hacer feliz a su ama era más que suficiente
Horas después…
El entrenamiento había terminado donde Kanae envió a bañarse a los tres, aunque tenía que usar un tono autoritario con el pelirrojo para que le hiciera caso viendo que este se iba cayendo al suelo cuando vio que este se detuvo sin mirarla le dijo
Tanjiro: “Soy una herramienta que va estar a tu lado cuando nadie lo esté”
Kanae se sorprendió al escuchar eso, pero esas palabras no tenían nada de mentiras ni era una broma, esta se había quedado sin palabras viendo que el pelirrojo salía del dojo, no entendía aquellas palabras, por más que trataba de buscar un significado a aquellas palabras sin éxito alguno esta se quedó pensando algunos minutos en todo lo que había sucedido.
Esta estuvo pensando 15 minutos sin llegar a una conclusión levantándose saliendo del dojo mientras veía el sol ocultarse, pero en su mente solo estaba esas palabras “Soy una herramienta que va estar a tu lado cuando nadie lo esté” viendo como la luna comenzaba a presentarse ésta alzo su puño prometiendo
“Yo prometo curar tu corazón aun si eso me lleva toda la vida”
Esa promesa acaso se “Iba a cumplir”, nadie sabía que, si esa pelinegra iba a lograr lo que había prometido, pero ella sabía que no iba a ser nada fácil era un camino lleno de espinas era como entrar al mismo infierno para salvar aquel pelirrojo de los demonios, pero si lo lograba sabría que sus esfuerzas habrían valido la pena.
La pelinegra se dirigió a darse una ducha ya que sentía que estaba muy sudorosa, esta vio al pelirrojo escribir algo en aquel diario, ella sabía que
“Las respuestas a todas sus preguntas estaban en aquel diario”
Pero era algo que no debía de hacer todavía por el momento, primero se tenía que ganar la confianza de aquel pelirrojo, esta entro a la ducha mientras el agua caliente caía por todo su cuerpo recordó lo que una vez su madre le había dicho que era
“No juzgues a una persona por su apariencia. No sabes lo que pueda estar escondiendo”
Kanae sabía que no debía juzgar a Tanjiro por cómo era, porque sabía que detrás de esa mirada vacía había una historia tan “Dolorosa y Desgarradora”, sabía que el dolor del pelirrojo no sé comparaba con lo que ella sintió cuando perdió a sus padres, ella había tenido ayuda para superar aquel dolor, su apoyo había sido sus hermanas, pero sabía que
“Por muy fuerte que se vea una persona siempre necesitara ayuda…”
Ella sabía que Tanjiro mostraba una faceta fuerte para que nadie viera a través de él, y si era muy difícil de ver a través de aquel chico, tenía que ganarse la confianza de Tanjiro cueste lo que cueste porque
“Una persona que en verdad confía en ti, te cuenta todos tus problemas”
Sentía como el agua caliente se llevaba todo su cansancio viendo su cuerpo desnudo que, aunque todavía no era mayor de edad estaba muy desarrollada, esta se secó el cuerpo saliendo de la ducha con una toalla envuelta en su cuerpo dirigiéndose a su cuarto viendo de reojo al pelirrojo que estaba viendo la luna por la ventana preguntándose escuchando lo que decía el pelirrojo
“La luna está hecha de nostalgia y melancolía de amores olvidados de corazones reencontrados de risas y de llantos de miradas perdidas de preguntas sin respuesta de luz que guía una fiel testigo del verdadero amor reciproco y desinteresado.” “La luna, así como la mujer son un enigma, se ven tan bella y cambiantes en cada etapa de sus vidas”
Kanae no podía ocultar su cara de sorpresa al escuchar lo que había dicho aquel pelirrojo, esta rápido salió corriendo de aquel lugar entrando a su cuarto preguntándose porque dijo eso, esta se puso su camisón erótico de color negro viendo la luna por la ventana, pasaron alrededor de 15 minutos, al pasar ese tiempo se acostó en su cama tapándose mientras pensaba en todo lo que había pasado hoy
Con el pelirrojo
Este estaba deleitándose la mirada al ver la luna llena, este saco su diario comenzando a escribir en este lo cual escribía
“La noche es más corta para los que están juntos. Más dolorosa para los que se extrañan y más larga para lo que están solos”
El pelirrojo cerro los ojos recordando algo que le decía su padre cuando los dos salían a ver la luna la cual era
“Sé cómo la luna. Cuando la oscuridad intenta atraparla resplandece con mayor intensidad”
El pelirrojo abrió los ojos al recordar eso, pero el ya no tenía forma de brillar, le habían arrebatado todo sin que él pudiera hacer algo hasta que escribió algo mas es su diario
“Deberíamos de aprender de la luna, siempre está sola pero nunca deja de brillar”
Él se preguntaba podrá brillar como la luna ya que estaba en una oscuridad sin fin, él se había dado cuenta que aquella pelinegra de broches de mariposas quería saber su vida, pero no él no quería hablar de eso porque por una sola razón la cual es
“No me gusta hablar de cómo me siento, son demasiadas emociones de las que me cuesta hablar”