Emiliano Hernandez - Una semana después.
El ensayo de la banda transcurría con el ambiente que habíamos estado manejando después de llegar de la playa hace menos de una semana. El silencio era demasiado evidente entre las dos chicas, por nuestra parte los moretones apenas estaban sanando así como las rajadas en los labios o cejas. Nuestros padres se habían tragado la historia de la banana y el porqué las diferentes lesiones. ¿Como? No lo sé. Si yo tuviera un hijo no le creería ni un poco.
— Volvemos en cinco. — anunció Benjamin al terminar la última canción.
Teníamos otro concierto en el bar de la ciudad de la otra vez, Benji lo había conseguido. Pero ahora estábamos ensayando un poco más duro, además los exámenes habían terminado y faltaba un poco menos para graduarnos, queríamos enfocarnos en cualquier otra cosa del hecho de que nos teníamos que separar.
— ¿Puedo sugerir algo? — Isabel estaba sentada en el sillón de tres plazas con las piernas extendidas.
— Habla.
— Cambiar el nombre. — su expresión parecía anticipar cualquier tipo de respuesta hacia la propuesta pero nadie dijo nada. — No me malinterpreten, me gusta el nombre, me parece super original pero no para una banda de jazz. Venom suena como que te van a sacar los intestinos y tocar los instrumentos con ellos.
— Estoy de acuerdo.
Mi primo también estaba allí tratando de arreglar un pequeño robot para su clase de física, no lo había logrado en absoluto.
— Ok, si quieres cambiar el nombre — su hermano se sentó frente a ella. — propone alguno.
La rubia se quedó callada por un instante, pensando en que decir y cuando se le vino a la mente abrió la boca demasiado grande mientras levantaba la mano como si estuviera participando en clase.
— ¿Si, señorita Caballero?
— Jazz estuvo. — hablo con una gran sonrisa, como si hubiera descubierto la cura del cáncer.
El silencio fue mortal, podía escuchar a los grillos cantando a pesar de ser las cuatro de la tarde pero entonces Oscar y Eliza rompieron en carcajadas.
— ¿Saben? Porque "ya estuvo" pero en vez de ya es Jazz.
— No mames Isabel.
Todos comenzamos a estar en desacuerdo mientras nos reimas de lo que había dicho, era un nombre ingenioso pero demasiado tonto que nunca le pondríamos a la banda. Natalia no se había sentado junto a su novia, estaba afinando la guitarra sin siquiera mirarla.
— Está bien, está bien. — comenzó a hablar defendiéndose. — ¿Qué les parece "amor cósmico"?
— Uh ese a mi me gusta.
— Si, ese es lindo. — le di la razón tomando un sorbo de la cerveza a mis pies.
— ¿Y tú qué sabes de amor, flaca?
Ella no se había dado cuenta del comentario que había soltado pero la mirada en la cara de Isabel lo decía todo. Todos nos miramos entre sí, incluso Eliza y Oscar parecían entender todo lo que estaba pasando porque no hacían ningún tipo de ruido. El pequeño robot de Sebastián chispeo generando un sonido extraño que hizo a Natalia levantar la mirada.
— ¿Hay algo que deba saber, Nat? — mi amiga no sabia que estaba pasando y su expresión de niña indefensa me dolió.
— No, querida.
— Natalia. — su semblante cambió en segundos. — Vamos a hablar, ven.
— Paso.
— Nat. — insistió.
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Ella es bonita
RomanceElla es bonita Aunque tiene mal humor Aunque no me quiere a mí Ella es bonita Sarah se hizo una promesa, arreglar todo lo que hizo mal antes de entrar a la universidad. Entre ellas pedirle disculpas a su mejor amiga de la infancia por todo lo que la...