46. Reiniciando sistema

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Sarah Rodriguez

Ultimo dia de clases, podía soportarlo e incluso me había vestido de la forma más rápida que mi madre se sorprendió al verme bajar las escaleras mucho antes de lo que lo hacía todos estos años pero es que no podía soportar un día más con toda esa gente, solo tenía que soportar hoy y el viaje de graduación al que tenia una excusa muy razonable para faltar mientras si viajaba pero al otro lado del país en una camioneta hippie con seis pesados. Mi madre me ayudó arreglandome el cabello mientras yo desayunaba, como si fuera una niña pequeña, no solo seria mi ultimo dia de clases, despidiendome de profesores tan mediocres que pasarían toda su vida encerrados dentro de ese lujoso edificio o siendo hipócrita pretendiendo que me ponía triste de no ver más a mis amigas de toda la vida junto a sus madres de voces chillonas y zapatos altos pero también era la graduacion porque mi escuela cara era tan tacaña como para gastar más de un día en esta estúpida celebración.

— Estaremos allí en cuanto tu padre termine su reunión que es justo en el momento en que inicia la ceremonia.

— Está bien, — le di un beso en la mejilla para que supiera que en efecto estaba bien y realmente me importaba muy poco si no iban. — ¿podrías llevarme esta ropa cuando vayas? Me quiero cambiar para salir con Isa si es que todo esto no termina muy tarde.

— Isa Isa — canturreo mi madre tomando la maleta que le daba. — quién lo iba  a imaginar.

— Yo no.

Elias me dio un pequeño golpe en la cabeza como si hubiera querido despeinarme como saludo pero se hubiera dado cuenta lo bien que estaba peinada. Venía todavía en pijama y con los ojos pequeños de haberse desvelado tanto tiempo y tenía un pedazo de pan en la boca, mi hermano era un desastre.

— Te espero en el auto en máximo diez minutos.

Mi madre era autoritaria y era muy peligroso decirle que no pero tenia diez minutos para disfrutar antes de pasar todo el dia como si retuviera el aire en mis pulmones para sacarlo hasta ver a esa chica de cabello dorado.  Elías sonrio como tonto con todavia migajas de pan dulce en la comisura de los labio y no dijo nada cuando con un manotazo dejo caer una hoja de papel en la mesa de marmol blanco que mis padres siempre decia que teniamos que tener cuidado con ella, el manotazo sono por toda la casa y jure haber escuchado los gritos de mi padre que lo regañaban pero no me importaban porque estaba interesada en lo que habia puesto sobre la mesa, una hoja singular y demasiado cuidada.

Pasos para arreglar tu vida

De: Elías Rodriguez

No era la que había visto en las últimas semanas, la que tenía lapicero rojo por todas partes junto con demás cosas pegadas, la que tenía garabatos y palabras altisonantes,  la que tenía el olor a frambuesa de ese perfume de rosita fresita, no. Era la de él, la original, la que había estado en mi habitación sobre mi escritorio desde que había iniciado el semestre con tanto miedo de tocarla pero sin moverla de su lugar porque verla me hacía pensar que tenía que cambiar porque genuinamente era una mala persona. Esa lista.

— Estoy orgulloso de ti.

Lo había logrado, todavia habia casillas incompletas como la de "Vence tu miedo a las vacas" porque eran cosas con las que había hecho las paces y no pensaba acercarme a las vacas si no era necesario pero en esencia todo estaba completo y una tipografía que parecia sacada de un libro escribía algo hasta la última parte. "Sarah Rodriguez arregló su vida" seguido de la fecha del dia de hoy, era un gesto tan infantil.

— Solo necesito sobrevivir a hoy y todo en esta lista estará completo, menos lo de las vacas.

— Sinceramente no puedo creer que lo lograras. — me sentí ofendida y lo mostré con mi expresión. — Lo siento, pero al inicio de este semestre estabas demasiado escéptica. ¿Qué pasó?

Ella es bonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora