Capítulo 32 | Tercera parte

312 64 30
                                    

Darle aviso a Hyesoo sobre lo que está ocurriendo es en todo lo que puedo pensar mientras avanzo por las calles de la ciudad. Solo vuelvo al presente cuando siento el cuerpo de Harleen adherirse al mío en cada esquina donde encuentro el semáforo en rojo y sus brazos se ajustan a mi cintura al acelerar.

Estoy tan centrado en mi única meta, llegar a Hyesoo, que apenas soy consciente del momento en que me bajo de la moto en el subsuelo del edificio y, tras pedirle a Harleen que me espere, corro escaleras arriba.

Cuando llego a la puerta del departamento, mi desesperación ha subido de nivel. Golpeo con prisa a la vez que llamo a mi hermana. Abre dos segundos después, pero mi corazón sigue acelerado.

—Tienes que irte —digo apenas la veo.

A su lado, está Taehyung. Ambos lucen adormilados.

—Ya, Hyesoo —mascullo con impaciencia.

Es cuando Kan se adelanta, y rodea la cintura de mi hermana con su brazo, que ella parece espabilarse.

—¿Qué...? ¿Qué pasa? ¿Por qué tengo que irme? —inquiere confundida.

—Porque la policía te busca —gruño con exaspero—. Mierda. Es justo lo que pensé que pasaría si... si...

Si cometíamos un mínimo error.

Y lo hemos cometido. Si no, la policía no estaría detrás de nosotros justo ahora. De solo pensar que pasamos algo por alto, mi pulso se acelera.

Hyesoo, sin embargo, luce como si no tuviera idea de lo que hablo.

—Te buscan por el secuestro de Taehyung —aclaro—. Una división de la policía ha estado investigando el caso desde que fue liberado. Por lo que sé, ataron algunos cabos importantes y están en camino. Vienen hacia aquí.

La maldita policía viene hacia aquí y yo... yo solo sé que debo proteger a Hyesoo.

Harleen no me dio demasiados detalles antes de que yo decidiera venir a alertar a mi hermana, pero tampoco necesito más información para saber que debemos movernos. Y pronto.

—¿A-aquí? —balbucea Hyesoo.

—No aquí precisamente, pero podrían llegar si siguen atando cabos. Así que, tienes que irte. Tienes que alejarte de la ciudad. Este lugar no es seguro para ti. Ya no —añado.

Por la expresión de Taehyung, me doy cuenta de que asimila mis palabras antes que Hyesoo.

—Iré contigo —le dice entonces a mi hermana.

La firmeza en su voz, más que mi urgencia al hablar, parece llegar a Hyesoo. Ella voltea a verlo.

—No puedo. Irme —le dice con inquietud—. ¡No puedo! Acabo... acabo de reencontrarme con Gia —alarga—. Debemos hacernos la prueba de ADN, para saber si es mi hermana. Además...

¡Maldita sea!

—Llévala contigo —urjo.

—N-no puedo sacarla de aquí. Ella... estaría en peligro —acota un tanto temblorosa—. Los Forte deben estar buscándola por todos lados, así que no es una opción.

—¡Pero tienes que irte!

Mi exclamación aumenta la tensión en el ambiente, pero no me importa. En este instante, solo quiero que Hyesoo esté segura. Necesito que ella esté bien. Joder. Tiene que estarlo.

Creo que siente mi necesidad interna cuando, tras erguirse, adopta una postura firme y dice:

—Me iré. Pero tienes que calmarte, Yoongi.

CHERNÓBIL | YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora