CHERNÓBIL | Yoongi

Capítulo 50

Sobre mi cadáver

YOONGI

No importa cuánto planee uno su vida, siempre hay algo que puede salir mal. Pero ahora sé que, muchas veces, lo que menos se planea puede resultar mejor que lo planificado por largos meses.

Con Harleen, aprendí esto último. Ella es la prueba. Mi prueba.

Antes de conocerla, pensaba que debía tener todo cronométricamente calculado para vivir tranquilo. De hecho, pensaba que lo tenía todo controlado. Entonces ella se cruzó en mi camino antes de lo previsto y, día tras día, fue quitando estas ideas absurdas de mi cabeza.

Me gustaría predecir un futuro con ella, tener la seguridad de que vamos a pasar mucho más tiempo juntos, de que las constantes amenazas y peligros que hemos sorteado desaparecerán para siempre de nuestros caminos, pero sé que siempre habrá obstáculos que superar porque, a fin de cuentas, de esto se trata la vida.

Después de cuatro días en una habitación del hospital, siendo atendido constantemente por enfermeros, por Harleen y por Hyesoo, me he dado cuenta de que tengo más que una razón por la cual levantarme, luchar y vivir.

Las circunstancias que me han rodeado desde niño, la adolescencia a la que tuve que hacerle frente como si fuera un hombre, y el inicio de mi juventud que atravesé sin mucho ánimo, me han convertido en la persona que soy.

Y ahora es Harleen a quien quiero a mi lado para pasar a la siguiente etapa. Quiero compartir el resto de mi vida con ella, no importa en qué país debamos vivir, o en qué idioma deba hablar, necesito estar con ella.

Así como Hyesoo eligió a Taehyung, yo elijo a Harleen.

Elijo a la persona que me ayudará a crecer y a la que yo, de una u otra forma, también querré ayudar siempre.

—Si sigues mirándola la vas a gastar.

Es la repentina voz a mi costado la que me obliga a apartar la mirada de Harleen, de una Harleen que lleva una hora dormida en la silla junto a mi cama.

Al mirar hacia la puerta abierta, me encuentro con que Hyesoo que acaba de llegar. Tiene una expresión burlona que hace tiempo no veía en ella. Parece divertida.

—Es linda —opina poco después, ante mi silencio—. Entiendo por qué te gusta.

Hace énfasis en la última palabra, tal como ha estado haciendo en las últimas visitas, y yo ruedo los ojos.

No es la primera vez que tenemos un momento a solas, pero sí la primera en que Harleen está cerca cuando hablamos de ella, y Hyesoo está aprovechando la situación para incomodarme. Sabe cómo hacerlo, tiene experiencia en ello.

Ante mi silencio, ella camina hacia la cama y finalmente me muestra una bolsa que trae en su mano.

—Pensé que podrías estar cansado de la comida del hospital, así que... —Extiende la bolsa y acota—: toda para ti.

Es un combo de McDonald's y, por supuesto, me trae viejos recuerdos a la mente. Asiento hacia ella, agradecido no solo por el gesto sino también por la forma en que ha querido demostrarme su apoyo, y cojo la bolsa.

—Entonces, ¿cuándo le dirás a tu novia que le has mentido? —urge de pronto, sentándose a mi lado en la cama.

Ya con el primer bocado de la hamburguesa rumbo a mi estómago, respondo:

—¿Sobre qué?

—Sarangjé no significa «me gustas». En ningún idioma —especifica observándome con curiosidad.