Capítulo 29

354 59 96
                                    

Pasar de página

HARLEEN

Dicen que cuando haces lo correcto, por más duro que sea para tu corazón, hallas paz. Yo no he encontrado esa paz. Al menos, no aún. Pero sé que debo pasar de página, así como hice con Jon cuando rompimos. Yoongi y yo no teníamos nada, sin embargo, se siente peor que aquella vez.

Soy consciente de que encerrarme en mi casa para ver películas y beber vino no es la solución a este dolor que oprime mi pecho, pero ¿salir de noche puede ayudar?

Mientras como un pobre sándwich de pollo, pienso en la invitación que Hopper me hizo hace una hora, cuando salimos de nuestro último turno de trabajo. Puesto que he rechazado sus invitaciones de viernes, en las que se reúne con MacArthur, Stuart y Williams (cuando este viene al pueblo), decidió hacerme una invitación más personalizada y menos forzada. Solo él, Williams y yo.

Williams es nuestro detective asesor en la estación, así que es poco lo que he interactuado con él, pero Hopper no tiene problemas en relacionarse con nadie y este es el claro ejemplo. Ellos han decidido ir a El bar de Tony a tomar unas cervezas.

Iremos contigo o sin ti. Tú decides, Dunn —fueron sus últimas palabras antes de despedirse de mí.

Ya son las 9 p.m. Ellos acordaron encontrarse a esta hora allí. ¿Qué más da si llego unos minutos tarde?

Termino de comer el sándwich y me apresuro a mi dormitorio. Ya me di una ducha cuando llegué de trabajar, así que solo debo vestirme y tal vez maquillarme un poco.

Abro el ropero y rebusco entre mis prendas para salir. Tras unos minutos, tengo el conjunto perfecto; un pantalón negro tiro alto, ajustado en la cintura y amplio abajo, es lo que cubre mis piernas, mientras que para arriba he optado por un top gris con pequeñas piedras brillantes en el escote.

Descalza, puesto que los zapatos con tacón es lo último que suelo ponerme, camino al baño y me maquillo. Soy rápida en ello. Apenas cinco minutos después, tengo mis pestañas arqueadas, los labios pintados de rojo y mis pómulos definidos gracias al rubor.

Al terminar, me miro en el espejo de cuerpo entero que tengo en mi habitación.

Me veo bien.

Yo... diablos, me veo muy bien. Me gusta cómo me sienta la ropa, la forma en que me he maquillado y el estilo que he adoptado en general. Aunque no lleve vestido, ni esté mostrando mucha piel, me veo sexi.

Sería perfecto si me sintiese de la misma forma internamente.

Suspiro luego de girar sobre mis pies y darme una segunda mirada en el espejo. Necesito despejarme y, para ello, nada mejor que hacer algo fuera de lo rutinario. Y pensar que un mes y medio atrás todo lo que quería era lo contrario.

Me calzo los zapatos negros y cojo mi móvil antes de cerrar la puerta de mi casa a mis espaldas.

Mientras camino en dirección al bar, sopeso la idea de escribirle un mensaje a Hopper y avisarle que estoy en camino, pero desisto. Si él y Williams siguen allí, los sorprenderé y tomaré unos tragos con ellos; si no, entonces disfrutaré de un par de horas con Tony.

Son casi las diez de la noche cuando entro al bar. Para ser un martes, hay mucha gente. En las mesas apartadas, hay tres parejas y en las más cercanas dos grupos de amigos.

Encuentro a Williams y Hopper junto a la barra. Ellos, sin embargo, no me ven hasta que llego a su lado.

—¡Dunn!

La sorpresa de mi amigo rubio es genuina. Él se pone de pie con agilidad y me da un apretado abrazo, como si no me hubiera visto en años. Cuando me suelta, Grayson está sonriendo a la escena.

CHERNÓBIL | YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora