Chapter 0.

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Dejaré esto aquí y me iré lentamente...

En un día soleado y en aparente verano, se podía ver en un parque, a un chico peliverde de no más de cuatro años de edad, protegiendo a un niño pelicastaño de otros tres chicos. Un pelinegro delgado, un pelicastaño gordinflón y un pelirrubio cenizo.

''Eres malo, es muy cruel hacer eso, Kacchan...''. Dijo aquel niño peliverde reprochando al pelirrubio muy asustado. ''¿No ves que está llorando?''. Cuestionó muy asustado, llorando del miedo. ''Gritaré, ¿sabes?''. Cuestionó con lágrimas bajando sobre sus mejillas pecosas aterrorizado. ''No te lo permitiré... si sigues así...''. Dijo adoptando una pose de pelea, mientras que un nudo se formaba en su garganta que se esforzaba en salir. ''¡Sí sigues, así, nunca te lo perdonaré! ¡No te permitiré que continúes haciendo esto sin que yo no haga nada!''. Gritó soltando aquel nudo en su garganta.

Los tres chicos se sorprenderían al ver este valiente, pero estúpido acto de su examigo esbozando sonrisas burlonas. Del niño gordinflón empezaron a salir alas, mientras que el pelinegro delgado estiraba sus dedos y el pelirrubio alzaba su manos, empuñando su mano derecha y formaba una sonrisa perturbadora y que demostraba arrogancia.

''Sabiendo que no tienes un quirk...''. Dijo el niño pelirrubio cenizo chocando su puño derecho con la palma de su mano derecha creando una explosión. ''¿Pretendes ser un héroe, Deku?''. Cuestionó el blondo con arrogancia y burla asustando al apodado ''Deku''.

El trío de bravucones se lanzaría en contra del pobre chico peliverde apodado ''Deku'', el inútil empezando a darle golpe tras golpe. El niño gordinflón sujetaba al pecoso mientras que el ''dedos largos'' metía sus dedos en los pobres ojos del chico causándole dolor.

El pelirrubio estaba corriendo en dirección del pobre dichoso peliverde preparando sus explosiones en su mano.

''¡No te creas el héroe, Deku bueno para nada!''. Gritó el rubio lanzándose en contra del pobre joven pecoso.

Siendo rematado por una explosión que mando a volar al pobre joven pecoso dejándolo aturdido y moribundo.

Flashback End.

Un rayo cayó del cielo golpeando el suelo rompiéndolo y mandando a volar los escombros. Se podía ver un paisaje apocalíptico, algo sacado del mismísimo infierno. El planeta que una vez fue rico en vida y plantas, ahora todo estaba muerto. El suelo estaba seco y quemado, el suelo que era cubierto por pasto ahora estaba al descubierto dejando ver las rocas, como si fuera un desierto. En lugar de haber un mar de agua, era de lava. Los rayos caían del cielo hasta el suelo, eran de colores amarillo, azul y hasta rojo. Y la única vida que estaba a punto de perecer ahí era un hombre, parecía ser terrícola, su cabello estaba erizado y era de un color amarillo.

Un enorme pedazo de aquel planeta que estaba agonizando se desprendió de él dejando ver el núcleo de magma, avisando que ya le faltaban segundos para estallar.

El hombre que había salido victorioso de aquella lucha que se libró en aquel planeta, debido a su impotencia y desesperación, se encogió mientras que apretaba los puños expresando sus claras emociones de estrés y desesperación.

''N-No...''. Susurró aquel hombre para que luego levante parte superior de su cuerpo. ''¡Maldición!''. Gritó el guerrero legendario con su suma impotencia al ver que no podía escapar de aquel planeta.

Y luego el planeta murió dejando salir una enorme explosión que se pudo ver desde varios sistemas solares de distancia.

Cambiando de lugar, podíamos ver a un chico peliverde pecoso corriendo por las calles de la ciudad muy entusiasmado, pisando un pequeño charco que quedó ahí en la lluvia de la noche anterior. Aquel chico traía el típico uniforme escolar de la secundaria japonesa, acompañado de su fiel y económica mochila de color amarillo. El joven tuvo que hacer una pequeña parada cuando el semáforo cambio a un color rojo, dando a entender que las personas se detuvieran antes de pisar el paso de cebra. El joven levantaba las piernas muy apurado, impaciente y entusiasmado. Pisando por accidente una hoja de un árbol de cerezo, debido en que su país estaban en plena primavera. El chico escuchó un grito perteneciente a lo que parecía ser una bestia, el chico vio a un lado dándose cuenta que había un gigante con cabeza de tiburón. El chico al verlo, solo pudo correr mucho más rápido y entusiasmado que antes hacia a su dirección.

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