MinHo, Tengo Un Hijo...

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-Buenas tardes, ¿es usted el señor Lee TaeMin?.-El menor asintió permitiendo el pase de aquel que tocaba la puerta.-Soy el licenciado Nam, quisiera hablar con usted acerca de los señores Koh.

El peli negro al escuchar aquel apellido quedó estático, creía que nunca jamás lograría escuchar aquel apellido o mencionar a la familia, aquel de nuevo asintió y permitió que el licenciado tomara asiento.

-¿Quién es cariño? Ya tardaste mucho.-MinHo preguntó curioso saliendo de la ducha, por lo que llevaba su pecho desnudo y cabellos mojados.

-Eh... Min, él es el licenciado Nam.-El primer mencionado hizo una corta reverencia.

-Un gusto.-Respondió formalmente aquel que vestía de traje, brindando una reverencia y volver a tomar asiento.

Debido a aquello despertó la curiosidad del mayor provocando que rápidamente fuera a colocarse cualquier playera y se dirigiera en unirse a la conversación, aquel quería saber por qué se encontraba un abogado en su casa, manteniendo un semblante firme.

-Lee TaeMin, la razón por la cual estoy aquí es para hacerle mención que los señores Koh fallecieron recientemente, con excepción del niño, debido a que fue un suceso repentino no hay testamento, sin embargo existe una petición, las últimas palabras de la señorita Koh. Quien dijo "Por favor, lleven a SaeBom con su verdadero padre TaeMin y que él se haga cargo de nuestro hijo".-Mencionó leyendo un papel que se había escrito aquel día.

-¡¿QUÉ?! ¿TaeMin, tienes un hijo?.-MinHo gritó colocándose de pie, mirando a su esposo con furia. Pues había escuchado perfectamente que TaeMin había tenido un hijo con una mujer. El mencionado simplemente bajó la mirada y asintió lentamente.

-Disculpe señor...estoy hablando con Lee TaeMin.-MinHo claramente quería saber más de la situación, se había enterado que le habían engañado.

-MinHo no te vayas.-Reaccionó al instante el pelinegro al ver que su marido se colocaba de pie listo para irse.-Puedo explicarlo.

-No, no, no quiero saber que ocurrió esa noche de pasión con una mujer. Me hiciste creer que era el único amor de tu vida y ahora me dicen que tienes un hijo. No TaeMin. No lo perdonaré.-Y sin más decidió abandonar la conversación y así mismo el lugar, saliendo por la entrada principal.

-Disculpe licenciado Nam, no lograré cuidar al niño, debo salvar mi matrimonio.

-Lo sé.-Aquel hombre con gesto serio mostró una pequeña mueca al enterarse que se encontraba con una pareja homosexual.

-De seguro los abuelos del niño podrán cuidarlo, ¿no? Ahí le irá mejor al niño en su vida.

-No realmente, los padres de la señorita Koh decidieron abandonarla el día que se caso con el joven Koh, debido a que tenían una relación prohibida, después de la muerte de ambos, se hicieron estudios y los padres del joven Koh descubrieron que SaeBom no era su nieto real, por lo tanto no aceptan al niño, sólo queda usted. Su verdadero padre.-TaeMin se sentía en shock no podía creer toda la noticia que le habían dado.-Si acepta cuidarlo como suyo, mañana a las 8 am acompañeme al orfanato, es ahí donde está viviendo el niño por ahora, si no acepta, entonces habré venido a desperdiciar mi tiempo. Me retiro, gracias.

Y sin más el hombre se marchó de ahí, TaeMin no podía soportar todo lo que estaba pasando, recién había perdido su empleo, su marido se acababa de marchar, se sentía completamente vacío, lágrimas corrían por sus mejillas, perdió la noción del tiempo y simplemente permaneció en el sitio llorando.

Al caer la noche, su marido había llegado, encontrando a su esposo dormido en la sala de estar, este quiso ignorarlo, pero decidió llevarlo a la cama para que pudiera dormir bien, al tenerlo en sus brazos observó su rostro, estaba hinchado y rojo, había llorado, de eso estaba seguro.
Pero también se sentía engañado, sin beso de buenas noches, cerró la puerta de la habitación y decidió dormir en la sala de estar sin poder olvidar lo que había escuchado.

Al día siguiente el joven Lee despertó a las seis de la madrugada, para poder realizar el desayuno de su marido y así mismo poder tener tiempo para hablar acerca del tema.
Al verlo no se habían dicho ninguna sola palabra, eso solo molestaba al menor. Por lo cual decidió armarse de valor y hablar.

-MinHo, Tengo que hablar acerca de lo que ocurrió ayer. ¿Me das un momento?.-Aquel solamente se sentó para tomar su taza con café permitiendo escuchar alguna explicación.-Bien, quiero que sepas que te amo, no te engañé con nadie y jamás lo haría. ¡Yo no me acosté con ninguna otra persona que no fueras tu!

Mencionó lo último cerrando sus ojos, gritándolo y apretando sus puños, realmente se sentía nervioso, no sabía cómo explicar aquello que había hecho y la consecuencia que obtuvo.

-Yo... Necesitaba dinero y una pareja se ofreció en darme dinero si le hacía una donación de esperma, ellos anhelaban tener un hijo, sí MinHo, tengo un hijo. Sus padres fallecieron y la mujer me pidió a mí que criara a su hijo, yo sé que no te agradan los niños entonces no iré.

-¿En dónde está el niño?.-Preguntó sin levantar la mirada, sabía que su marido no era bueno para mentir, por lo que podía creer en lo que escuchaba.

-En una casa hogar, si no lo recojo hoy, se quedará ahí hasta que una pareja lo adopte.

-Bien, si ya tomaste tu decisión, estoy de acuerdo.-Dio el último sorbo de su bebida caliente y decidió en salir de su hogar, deteniéndose al escuchar a su marido.

-Quiero tenerlo.

El mayor dio media vuelta y miró sorprendido a su esposo, pues sabía perfectamente que no le agradaban los infantes y estaban a punto de tener uno.

-MinHo, él es mi hijo, a pesar de que yo no estuve en su vida cotidiana o no estuve cuando pronunció sus primeras palabras o primeros pasos, pero lleva mi ADN, no sé, tal vez y se parezca a mí, me gustaría aunque sea conocerlo, solo había visto una foto de cuando nació, era pequeño e inofensivo, me gustaría saber si seguirá así, o tal vez es un niño extrovertido y divertido. No lo sé, pienso que la vida de una familia feliz sería muy lindo, sobretodo si estás a mi lado.-El mayor seguía sin decir alguna palabra seguía analizando la situación como si fuera un difícil problema de cálculo.-Iré por él a las ocho, estás invitado y si no nos aceptas a ambos, entonces me iré a casa de mis padres y no volveré a molestarte, será difícil no poder olvidarte pero...

MinHo estaba convencido que ya se había acostumbrado a la presencia del menor, por lo que también le sería muy difícil separarse por una cosa como esa.
Sin despedirse, cerró la puerta atrás suyo y se decidió en irse hacia su trabajo, no quería perder más tiempo, pero se había ido todo el caminando pensando en aquellas palabras que había escuchado, lo habían dejado reflexionar mucho en saber si iría o no, o si perdonar a su amigo o no.