MinHo, Tengo Un Hijo...

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Desde el momento en que TaeMin despertó en su hogar, todo había vuelto a la normalidad como antes, es decir, el mayor se dirigía al trabajo como cada mañana, mientras que los menores se quedaban en casa.

Al llegar las diez de la mañana, TaeMin y el pequeño SaeBom habían finalizado su desayuno.

-¿Qué comieron cuando no estaba? El freezer está vacío y no hay tanta comida en los estantes. Digo, no soy fan de la cocina, pero se nota que les hace falta comprar cosas. Prepárate Bomie, iremos por las compras.

Mencionaba dirigiéndose a la habitación y colocarse su vestimenta para ir al mercado, no era formal, ni casual, simplemente algo cómodo, decía que quería estar cómodo para poderse mover por cualquier lugar, el menor no realizó ninguna acción, por lo que se que quedó en pijamas, junto a su padre decidieron hacer las compras juntos.
El más chico sujetando la mano del otro, caminaron hasta el mercado más cercano en donde comenzaron con la cacería de alimentos.

-¿Lee TaeMin? ¿Eres tú?.-Un chico castaño sonriente apareció saludando.

El mencionado asintió y devolvió la sonrisa.

-¡YoonOh! ¡Que maravilla volverte a ver!

-Lo mismo digo, ¡oh!, ¿quién es el pequeño que te acompaña?.-Mencionó sonriendo saludando al menor, pero este se escondió detrás de su padre.

-Mi... Mi hijo.

-¿De verdad? ¡Ay, pues es muy lindo!.-YoonOh sonreía al menor y después volvió a hablar con entusiasmo.-¿sabes? Debemos ponernos al día, ya no supe nada de ti, después de que te fuiste del departamento, debo confesar que también tengo una familia, de hecho, mi niña cumpleaños este viernes, si no tienen planes, podrían acompañarnos a la fiesta.

El menor simplemente miraba con atención al sujeto, pero no comprendía sus palabras, no entendía el verdadero significado. Creía que tenían una conversación de adultos muy complicada.

TaeMin asintió ante la invitación, y después se despidió de su antiguo compañero de habitación en la facultad.
Continuaron con las compras, hasta que el menor ya no podía caminar más, se encontraba cansado, por lo que decidieron volver a casa, lo primero que hizo el menor al llegar a su casa, fue tumbarse en su cama.

TaeMin lo dejó descansar y él comenzó a guardar todas las compras en su cocina, acomodando todo tan meticulosamente y a su vez, pensar en su amigo de la facultad, sin estar cien por ciento seguro en asistir a aquella fiesta.

SaeBom se había quedado dormido, de lo cansado que estaba ni siquiera se retiró sus zapatos en la entrada.
TaeMin tuvo que hacerlo y arroparlo, comenzó a preparar algo de comida cuando recibió una llamada de su marido, aquel le comentó acerca de la invitación que tenían.

-TaeMinie, esas fiestas son una tortura para mí, lleva a SaeBom para que se divierta, yo no iré.

-Vamos, además, tu también lo conoces.

-Exacto, él dijo que tenía una familia, es obvio que es hetero, él me conoció, no sé, tal vez y no acepte nuestra relación. No iré, disfruten ustedes.

-MinHo, irás porque es un viejo amigo, ¿acaso te damos pena ajena?.-El mayor negó, se encontraba nervioso porque no había visto esos comportamientos por parte de su marido nunca.-Bien, iremos entonces a la fiesta. ¡Ah! Por cierto, cuando vengas a casa, trae un dulce o algún regalo para SaeBom, el pobre está cansado de tanto caminar.

Sin permitir que el mayor respondiera, Lee terminó la llamada, y continuó con la comida, haría una pasta porque era algo sencillo de hacer.

El menor no despertó hasta que escuchó que su otro padre había llegado, MinHo se encontraba retirándose los zapatos en la entrada, y SaeBom lo recibió frotándose los ojos, seguido de un bostezo, el moreno solamente lo saludó.

-SaeBomie, tengo un regalo para ti, ¿quieres verlo?

El mencionado  asintió con su cabeza, juntos se dirigieron a la cocina, en donde se encontraba TaeMin sirviendo la comida en platos, este se encontraba en una llamada, por lo que, los otros chicos debían ser silenciosos.
MinHo llevaba una bolsa de fiesta ocultando su obsequio.

-Papá Tae dijo que hoy hiciste mucho ejercicio. ¿Es verdad?.-El menor asintió somnoliento.-Bien, ¡te compré unas pequeñas pesas para que hagas ejercicio en casa!.

SaeBom sin ninguna expresión en el rostro miró a su padre, en total desacuerdo, por lo que negó varias veces con su cabeza, justo se iba a ir de la mesa, pero su padre Tae le dejó la comida, por lo tanto, no se retiró y solamente comió en silencio mirando con desaprobación al moreno.

-¿No te gustó? Son muy útile... ¡Auch!.-Se quejó al instante que TaeMin le dio un golpe leve en la cabeza a su marido, este terminó la llamada y comenzó a reclamarle el tipo de obsequio que le había dado al menor.

-¿Qué es eso? ¿Acaso crees que un niño jugará con eso?

-duh, si, es un set infantil.

-MinHo...-El gesto de desaprobación de TaeMin lo decía todo, no lograba comprender por qué su marido había comprado aquello.

-Son útiles, el niño podrá tener cuerpo de Dios griego cuando crezca, será la envidia y tendrá muchos pretendientes. ¡Mírame a mí! SaeBom será igual de musculoso que su padre.

-Choi MinHo ¡qué tonterías dices!

Aquella dupla se encontraba en una leve discusión, sin embargo, SaeBom había reído, MinHo defendía tanto las minis pesas provocando que el niño logrará reír en carcajadas chicas.
Los adultos miraron al menor sorprendidos por su risa, que a ambos les dio tanta ternura, olvidando su enojo.
De aquella manera, la familia logró comer tranquilamente y en alegría, debido a que, la llamada que había tenía TaeMin era para la búsqueda de una entrevista de trabajo, alguien solicitaba empleado y Lee era perfecto.
Se compartió la noticia y la familia fue aún más feliz.