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TaeMin estaba seguro de que saliendo del comedor se dirigiría a su dormitorio, por lo que decidió en acompañar a su amiga a cualquier lugar que fuera. Sin embargo, aquel sitio había sido una tienda, no era cualquier tienda sino que esta se dedicaba a la venta de vestidos de novia, para las bodas.
Por lo que ella muy contenta se probaba vestido tras vestido (como si fuera algo sencillo de ponerse) mientras su amigo de infancia opinaba acerca de cómo se veía.
Habían tardado en ello, ya que habían aprovechado para ir apartando vestido y algunos adornos.

-Tae, deberías de ponerte un traje.

-No soy el novio.

-Ya lo sé, pero tu callate y pontelo.-La chica tenía sus ojos entre cerrados, señal de que te estaba dando una orden.

Aquel soltó un suspiro y se dirigió al vestidor para cambiar su atuendo, al finalizar se miró hacia el espejo y noto que había un cambio radical, jamás se había visto vestido con algo como eso, se sentía como si fuera a la premier de alguna película donde él era el protagonista.

-¡Ahhh! ¡Te queda increíble! Eso hace que te veas guapo. ¿Crees que MinHo opine lo mismo que yo?.-Mencionó despreocupada tomando una fotografía con su móvil de su amigo, aquel de inmediato se quejó pero al escuchar el nombre de aquella persona detuvo su coraje.

-Min... MinHo. Espera, ¿cómo sabes su nombre?

-¿eres bobo o te haces? Has estado repitiendo su nombre una y otra vez. ¡De verdad! Te preguntaba si ese vestido me quedaba bien y tu solo balbuceabas "MinHo estará enfadado" o decías "Que vergüenza ¿con que pantalones iré a mi recamara? Tardaste lo que quieras, no quiero ver a MinHo" "MinHo" "MinHo" "MinHo".

TaeMin tenía sus mejillas coloradas como tomate, no podía creer que todas las palabras de su amiga eran ciertas, tal vez por la falta de atención que él le ponía a ella, se habían tardado demasiado en aquellas compras.

Al regresar a casa (mejor dicho a la facultad) decidió mantener su semblante serio, mente apagada y simular que lo de la cafetería jamás había ocurrido, soltó un suspiro y se adentró a la habitación.
Para su mala suerte el moreno se encontraba ahí, tenía puesto unos audífonos y estaba sentado en su escritorio con libros y libretas al rededor suyo, parecía que estaba estudiando y no quería que le molestaran. Así que silenciosamente TaeMin se dirigió hasta su cama, abrió su laptop y comenzó a jugar su videojuego con audífonos puestos.

"Rockstar" estaba en línea, así que le envío mensaje para crear equipo y ambos jugar, rápidamente había sido aceptada la acción por lo que aquel olvidó que había una persona estudiando en la misma recámara que él, al creer que obtendría la victoria lograba gritar de entusiasmo, mientras que también gritaba cosas como "Rápido rápido, gira, salta, cuidado con el elfo" entre otras cosas del juego. Logrando distraer de los estudios del mayor.

-TaeMin... ¿Podrías bajar el volumen por favor?.-Al ser ignorado, volvió a intentar en tomo cantado.-Algunas personas tenemos exámenes dentro de poco y queremos estudiar.

Sin embargo no obtuvo respuesta, este suspiró y retiró sus audífonos para lograr colocarse en pie y dirigirse hacia el chico que claramente no le ponía atención.

-TaeMin.-Dijo cerrando la pantalla de la laptop y colocarse frente a frente del peli negro.

-M...min... MinHo.-Sintió un fuerte calor recorrer su cuerpo, por lo que no dudó en titubiar, estando nervioso al más no poder, no lo había tenido tan cerca como aquel momento.

-¿podrías bajar el volumen por favor?.-MinHo sonrió, provocando que al más chico le diera un ataque al corazón. Asintió levemente con movimientos de cabeza mostrando un rostro totalmente carmesí.-Te ves tierno así, pareces una frutilla toda rojiza, dulce y jug...apetitosa.-MinHo perdió la concentración al quedar hipnotizado por los labios del menor que temblaban debido a los nervios que su portador tenía.

Aquello fue perfecto para que el pleinegro se quedara en completo shock sin saber que hacer o que responder, rápidamente cubrió su rostro con sus manos. Pero no fueron ningún obstáculo para Choi MinHo quién había retirado las manos del rostro del muchacho para poder entrelazarlas con las suyas.

-Sabes... Aquel beso que me diste, no fue un verdadero beso. ¿Qué tal si lo repetimos?

-¿Acaso quieres saber si mis labios saben a fresa?

-Acertaste.

TaeMin sonrió nervioso, estaba decidió totalmente que lo haría, al sentir las manos del mayor le brindaba confianza, eliminando cualquier nervio.

De un segundo a otro ambos habían cortado la distancia, teniendo un choque de labios, TaeMin era el primero en querer separarse al percatarse de lo que había hecho, sin embargo, MinHo lo tomó del mentón obligando que el menor mantuviera sus labios pegados a los del mayor por un poco de más tiempo, este mismo comenzó con un ligero movimiento de labios, TaeMin dudó al principio en responder, pero cuando lo hizo, sentía que había hecho una buena decisión.
Ambos se encontraban totalmente distraídos del mundos, enfocándose solamente en aquel beso que en ese instante se estaban dando, el mundo se había detenido, sólo estaban ellos dos, sintiéndose como si danzaran en el aire, al ritmo de sus corazones palpitando una melodia de amor.

Al separarse, MinHo mantenía su sonrisa estando a escasos centímetros del más chico.

-Ese fue mi primer beso oficial.-TaeMin habló con sus ojos cerrados pues no quería ver el rostro perfecto de aquel que le había robado su primer beso.

-¿Y qué tal?

-No lo sé, tu lo hiciste bien, sin embargo yo... Besaste a un principiante, de seguro estuvo pésimo.

-Mmm...Si, fue un pésimo beso. Me parece que, tendré que enseñarte a besar.

-Pero...-Las palabras del menor fueron interrumpidas al sentir unos labios sobre los suyos.-Pero...-De nuevo fue atacado por otro pequeño beso.-Min...-Cada que pronunciaba una palabra se la quitaban a cambio de unos labios.

-Si, lo confirmo, eres como una fresa, incluso eres adictivo.

-¡Hey!.-se quejó de inmediato el menor, riendo en el momento que el mayor no dudó en robarle otro pequeño beso.

-¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Aceptas las lecciones?

-¿Tendrá costo? Soy pobre.

-Sí, tiene un precio que tendrás que pagar. Sé mi novio.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora