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Las 7:30 marcaba el reloj, TaeMin se encontraba saliendo de su casa, estaba listo con los papeles necesarios (después de que se fuera su marido aquel había confirmado con el abogado) le habían dicho que documentos debía de llevar y como vestir.

No tardó mucho en llegar al sitio y para dar una buena impresión, había logrado llegar diez minutos antes de la hora acordada.

-Buenos días, acompañeme.-De pocas palabras comenzó a caminar el abogado con un individuo peli negro detrás suyo, entraron a una oficina y fue ahí donde se hizo la documentación.

-¿Está usted en una relación?

-Si, estoy casado.

-Con un hombre.-Mencionó el abogado cruzandose de brazos y realizando una mueca.-¿usted cree que eso será bueno para el niño?

-Mientras haya amor, todo estará bien. Y yo lo amo mucho entonces le prometo que sí será bueno para el niño.

-En lo personal no apruebo esas relaciones, el niño crecerá con ideas muy erróneas, pero solo hago mi trabajo en responder a las indicaciones de la señorita Koh.

-Pues aunque usted no lo aprueba, yo cuidaré a mi hijo y le daré todo el amor que se merece.

-¿Si? Creo que pronto se quedará divorciado y eso también podría ser un problema.

-¡No!.-El sonido de las puertas abrirse con un sonido estrondoso se había escuchado, había entrado Choi quien estaba dispuesto en seguir a su marido.-No habrá divorcio, estoy de acuerdo que el niño venga con nosotros, él necesitará a su padre.

-Bien, pero haremos inspección inesperada para ver la educación y tratos que le den al niño, si reprueban en automático me llevaré al niño de vuelta aquí, a la casa hogar.

-Acepto el reto.-MinHo sacó esa sonrisa de lado y decidió atacar con la mirada al licenciado.

-Bien, firmem aquí, aquí y aquí.-Mencionaba señalando los lugares de las líneas vacías.-Pueden acompañarme.

Ambos chicos siguieron al sujeto, uno de ellos estaba nervioso, no sabía que era lo que pensaba su pareja y el otro mantenía rostro firme sin mostrar alguna expresión.
Los llevaron a un sitio donde se encontraban varios niños, algunos jugaban en par o en grupos, otros dibujaban, (un sitio en donde MinHo no se sentía para nada cómodo) pero había un niño que simplemente estaba sentado en una cama, tenía un maletín a su lado y este jugaba con sus dedos, manteniendo su mirada baja.
El abagado lo señaló y susurró un leve "es él".

TaeMin al verlo sintió como su corazón se estrujaba, ya que tenía la idea de que su hijo sería un completo social extrovertido, sin embargo era todo lo contrario.
No podía moverse, simplemente se quedó en su lugar quieto mirando al pequeño que llevaba rostro triste lleno de melancolía.
MinHo miró a su marido y le tomó de la mano para caminar juntos hacia donde estaba el pequeño.

-SaeBom, ¿tienes tus cosas listas? Ya llegaron tus padres.-Hablaba aquel licenciado de la casa hogar, sujetando el maletín del menor.

Aquel al escuchar la palabra "padres" levantó rápidamente la mirada, al ver a la dupla que estaba frente a él, volvió a bajar la mirada y negar con movimientos de cabeza.

TaeMin se agachó a la altura del menor y sin temor comenzó a remover los cabellos del más chico para lograr observar con claridad su rostro, fue ese momento en donde MinHo quedó sorprendido al encontrar un parecido entre ambos.

-Hola.-Saludó Tae en tono dulce, pero el menor solamente removió sus cabellos volviendo los a la antigua posición que tenía antes cubriendo la mayor parte de ojos y frente.-SaeBomie~ se que no nos conoces, pero yo te conocí cuando eras un bebé eras hermoso, en ese tiempo vivía despreocupado sabía que tendrías una buena vida, pero ahora me asusta así que quiero darte lo mejor de mí para que puedas vivir feliz.

El menor no entendía porque le decían esas cosas, él solo estaba esperando a sus padres, que le habían criado desde bebé llegaran por él.

-Andando SaeBom, no tenemos tiempo que perder.-Una alarma había sonado, indicaba que los niños debían de ir a almorzar, el menor solo se colocó de pie y siguió al licenciado, ignorando las palabras de TaeMin.

El peli negro sólo soltó un suspiro pues era difícil decirle a un niño de tres años que él era su verdadero padre y por necesidad de dinero tuvo que alejarse de él, gracias a que MinHo le sujetaba la mano, lograba moverse e ir juntos a donde les habían indicado.

-Bien SaeBom. A partir de ahora iras a vivir con ellos, él es tu verdadero padre.-El menor al escuchar eso miró a TaeMin y negó rápidamente provocando que MinHo soltara un diminuto bufido.-Iré a visitarte una vez al mes para ver cómo estas, si las cosas no mejorar volverás a quedarte aquí. ¿De acuerdo?, ahora ve con la señorita Ji un momento mientras habló con tu padre.

El menor asintió con movimientos de cabeza y se retiro con la mujer mencionada, en ese momento entró una señora de edad avanzada se presentó como la psicóloga del lugar.

-SaeBom es un niño que aún tiene traumas del accidente, fue diagnosticado de amaxofobia que es miedo al estar en un vehículo.-MinHo estaba impresionado al oír eso, no tenía ni idea de cómo iban a regresar a casa.-Además estuvo presente en el rechazo que le dieron sus abuelos, aquel niño verdaderamente se encuentra perturbado, necesitarán ser suaves y buenos con él, hace las cosas muy lento y aún tiene esa mirada pérdida, ayúdenlo y sean pacientes. Iré a las visitas mensuales a una pequeña revisión con el niño y veremos su progreso. ¿De acuerdo?

TaeMin había sido el único que reaccionó asintiendo, no sabía por lo que él niño estaba pasando, pero era muy chico para cargar con traumas tan grandes.

Terminaron las pláticas y la realización de documentación y por fin el niño pudo estar a su lado.
El trío iba saliendo del sitio, caminaban en el estacionamiento, MinHo sujetaba el maletín del menor, mientras Tae sostenía la mano de su hijo, le causaba ternura ver lo pequeña que era.

Cuando el mayor abrió la puerta del auto, SaeBom comenzó a negar con movimientos de cabeza y gritar incontables veces la palabra "No". Para no llamar la atención de las personas, TaeMin por impulso lo abrazó.

-Tranquilo pequeño, tranquilo, calma, no iremos en auto.-Parecía que funcionaba, pues la voz dulce y suave de TaeMin le había calmar sus nervios, sentía que alguna vez había escuchado esa voz anteriormente.

-¿Estás loco? Tardarán una hora en ir a pie.

-tienes razón. SaeBom. ¿Y si te subes en mis piernas y cierras los ojos? Te prometo que estaré abrazándote, te cantaré una canción y así solo escucharas mi voz.

El menor le miró con un puchero asintiendo levemente. TaeMin sonrió al ver que su plan había funcionado, por primera vez cargó a su hijo para subirse juntos al auto, sin embargo cuando lo tuvo en sus brazos no pudo evitar no abrazarlo, sintiéndose tan bien y completo.
Se sentaron en la parte trasera, TaeMin seguía abrazando al menor que llevaba sus ojos cerrados mientras escuchaba como aquel de cabellos negros le dedicaba una canción que había salido en la radio, MinHo se había ido en todo el camino en silencio, no podía creer que estaba faltando al trabajo por aquel día incómodo (la perfecta descripción de lo que sentía).

Al llegar a casa, TaeMin sintió un líquido entre sus piernas, bajaron del auto y el niño simplemente curveo sus labios en una "u" invertida, viendo sus pantalones mojados y a la persona amable que también estaba mojada.

-¡Mi Auto!.-MinHo rápidamente se acercó a ver el asiento y a pesar de que no se había mojado, decidió dejarle el maletín a su esposo e ir a lavar el coche, sin decir nada, eso era clara evidencia de que se había enfadado.

-No te preocupes ¿si?.

Aún sosteniendo de su mano, ambos se dirigieron hasta su departamento, por suerte nadie los había visto entonces nadie podía burlarse de aquel par húmedo.
Al abrir la puerta de su casa, el menor caminaba lentamente adentrándose con un poco de temor.

-Creo que necesitamos una ducha.-Reía TaeMin intentando romper el hielo, pero el menor solo miraba sus pantalones, sin pensarlo comenzó a retirarlos ahí mismo.-Wow, wow espera pequeño. Vamos al baño.

Le tomó de la mano y lo llevó hasta el sitio, colocó la ducha con agua tibia y ayudó al menor a desvestirse, nunca lo había hecho, pero le daba tanta ternura hacerlo.
Este mismo no se quería separar del pequeño y decidieron tomar la ducha juntos, TaeMin hacía burbujas de jabón intentando ser divertido, pero al menor no le causaba ninguna gracia.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora