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Un nuevo día había llegado para el padre e hijo que se encontraban solos en el departamento, a pesar de que SaeBom ya tenía su propia habitación seguía durmiendo con su padre, puesto que aun tenía el temor de quedar solo, abrazaba siempre a su oso de felpa favorito y con este dormía tranquilamente.

Pero MinHo no, el niño no se movía mucho al dormir pero sí le gustaba invadir el espacio personal de uno, por lo cual eso permitía que al mayor le causara calor intenso y no lograra dormir de forma pacífica. Ya solo esperaba con ansias que su marido regresara para que le ayudara con el menor.

Al despertar y comenzar un nuevo día, MinHo se despertó de buen humor, a pesar de que no había dormido bien, sabía que debía de iniciar el día con el pie derecho para que todo resulte excelente y como lo tenía planeado.
La primera actividad que realizó fue dirigirse hacia la cocina y comenzar a preparar un desayuno sencillo pero saludable, debido al aroma que se desprendía en aquella sala provocó que el olfato del niño se activara logrando despertar y dirigirse con su padre.
Sin hacer mención de ni una sola palabra se dirigió hacia el mayor y simplemente comenzó a comer cuando el plato fue puesto en frente suyo.

-Bien SaeBomie, la primera actividad que haremos el día de hoy será...jugar. Dime, ¿qué tipo de juegos te gustan? La segunda actividad será ir a visitar a nuestra vecina.

Era obvio que la última actividad no era para nada divertida y mucho menos placentera, sin embargo estaba planeada para que aquella mujer le ayudara a superar el temor que tenía el infante hacia los vehículos. MinHo estaba cien por ciento seguro de que si el menor superaba su miedo, TaeMin le felicitará con un gran regalo a ambos.

-¿y bien? ¿Qué juego quieres jugar? Si quieres también podemos ir al exterior...

El menor levantó la mirada y observó su hogar, después señaló el maletin de trabajo de MinHo, aquel no comprendió a lo que se refería, así que el menor tuvo que ponerse de pie y abrir el maletin, aquello ayudó para que su padre se pusiera de pie tratando de evitar que desordenara sus papeles.
El menor tomó una hoja y un bolígrafo.

-Ya veo, quieres pintar o dibujar algo. Pero ahí no, te daré otro papel, por ahora ve a terminar tu desayuno.

Obediente el niño se marchó, mientras el padre se quedaba volviendo a organizar sus papeles, fue ahí cuando recordó que la madre de TaeMin le había dicho que ambos eran idénticos.
Asi que se le ocurrió una gran idea, preguntar a su suegra acerca de los juegos de infancia favoritos de su hijo, creía que con estos podría entretener y divertir al niño, así que tomó su celular móvil y realizó la llamada parado en el marco de la puerta de su habitación, de esta forma tenía vista al niño y escuchaba el teléfono.

La mujer respondió sin ningún problema, y mencionó que a TaeMin le agradaban los juegos interiores, MinHo por su parte era lo contrario de infante. Pero ahora debía de adaptarse, así que en ese mismo instante mandó a pedir, comprar por Internet algún libro para colorear, crayones, un cuaderno de dibujo y algunos rotuladores.

Aquel pedido tardaría una hora en llegar, por lo cual al terminar el desayuno MinHo comenzó un chat con la señorita Baek, quien le brindó consejos y ayuda para el pequeñín.
Mientras él se ocupaba de aquello, SaeBom se encontraba en su recámara ordenando nuevamente sus peluches de felpa.

Cuando el timbre de la puerta se hizo sonar, y el paquete se encontraba ahí, MinHo lo sujetó emocionado, como si fuera para él y si fuera algún regalo de navidad, sin embargo se dirigió a la sala de estar gritando el nombre del niño para llamarle, el menor siguió la indicación y juntos abrieron aquel obsequio.

El menor no tuvo ninguna expresión al ver su regalo, sin embargo no dudó en comenzar a pintar aquellos dibujos que venían en el libro, MinHo estuvo a su lado ayudándole, pero aquel adulto comenzaba a aburrirse.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora