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Al poder conseguir un trabajo para Lee, su relación ya no se mantenía como antes que se la pasaban a cada segundo juntos, sino que, ahora solamente se veían por las tardes.

A pesar de estar un poco más distantes, continuaba su cariño del uno al otro, ambos dedicaban sus tardes a leer mangas juntos o ver alguna serie o película, de igual manera que cenaba juntos.

El tiempo ya había pasado, la pareja Koh le había informado a TaeMin que su hijo sería un varón e incluso cuando llegó el noveno mes de embarazo y la chica dio luz. La primera fotografía que fue tomada del bebé se la habían mandado a TaeMin, querían que él fuera el primero en ver a su hijo.

Aquel día el chico peli negro se encontraba saliendo de su trabajo, observó el mensaje y se quedó un buen rato mirando a su hijo, no podía creer que lo había visto. Sin dudarlo preguntó por el hospital y se disparó hacia ese lugar.

Por suerte había llegado cuando la pareja continuaba ahí, sin ningún problema le permitieron ir a ver al pequeño recién llegado, e incluso TaeMin tuvo la oportunidad de tener en sus brazos a aquella criatura inocente.

-No me cansaré de agradecerte.-Mencionó el chico sonriendo a TaeMin.

Aquel pelinegro como cualquier primerizo, tenía problemas en saber sostener al bebé.

-Creí que ya no querías saber nada de él.-Habló la chica mirando la escena.

Con ello, TaeMin dio un suspiro y habló sin mostrar alguna sonrisa.

-Lo siento, yo...-No terminó de mencionar aquellas palabras al escuchar que su bebé había comenzado en llanto, aquel inexperto no supo que hacer y sólo se quedó mirándolo.

Sentía como su corazón se encogia, pues sabía que esa iba a ser la última vez que lo vería y escucharía.

Sin pensarlo comenzó a mover sus brazos como si fuera una mesedora logrando que el pequeño fuera calmando se poco a poco.

-¿Qué nos decías?

-Yo... Les agradecería mucho si no vuelven a enviar algún mensaje acerca del bebé, sé que quieren que yo también vea su vida pero, quiero que ustedes estén para él. Yo agradezco su preocupación, es muy lindo, se parece a ti.-TaeMin se encontraba nervioso, pues se mordida sus labios a cada segundo.

-Entendemos, te daré nuestra dirección por si algún día quieres visitarnos, serás bienvenido.

TaeMin agradeció viendo que tenía un mensaje de su marido, por lo cual se tuvo que despedir, lo más dificil había sido dejar ir a su hijo, le acarició por último en su tierno rostro y depositó al pequeño con su madre. Se despidió de los adultos y se marchó, hacia donde su marido lo había citado, ya que lo invitaba a cenar en algún lugar fuera de casa.

-Te noto algo, distraído. ¿Estás bien?.-Preguntó su marido al verlo.

TaeMin asintió con movimientos de cabeza mintiendo.

-¿Sabes? Estaba pensando que para celebrar nuestro aniversario podríamos ir de nuevo a Tailandia, ya hable con Yugyeom y su esposo, dicen que ellos nos recibirán en su casa.

Con la idea de querer realizar el viaje, TaeMin cambio rápidamente su semblante, aquella idea le había agradado, por lo cual asintió.
Pará alejarse de cualquier preocupación por el bebé, decidió bloquear el número de la familia Koh.

Sus días habían continuado consecutivamente con un poco de monotonía tan ordinaria, que comenzaba a tornarse un poco sosa para el menor.
El tiempo había trascurrido de igual manera, su monotonía se rompió al cumplir un año en matrimonio, donde la pareja había decidido realizar aquel viaje hacia Tailandia, su lugar donde se habían contraído en sagrado matrimonio.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora