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Decididos quedaron en ir a visitar a la familia Lee para presentarles al nuevo miembro de la familia.
El trío se encontraba caminando (a pesar de que SaeBom iba la mayor parte en los brazos de su padre Tae) MinHo sujetaba una caja de seis mandarinas para entregar como obsequio a su suegra, de la misma manera en que llevaba un gesto de seriedad.

-TaeMin espera.-Al quedar a unas cuantas casas de la familia Lee, el mayor detuvo a su marido.-Será muy repentino que llegues con el niño y les digas "este es su nieto", creo que lo mejor será que les digas tu solo y yo lo lleve a algún sitio,  por aquí hay un seven eleven, podemos esperar ahí en lo que tu hablas con ellos.

Aquel que cargaba al infante vio que su marido estaba en lo cierto, así que bajo de sus brazos al pequeño y MinHo al instante le tomó la mano al hijo de TaeMin, cambiando las mandarinas por SaeBom, MinHo le miró deseándole buena suerte a su marido con una sonrisa.

La dupla se dio la vuelta y se adentraron a aquella tienda de conveniencia, mientras que el peli negro tomaba valor para adentrarse a la casa de sus padres.

Tocó la puerta nervioso, en otra ocasión simplemente entraría sin ningún motivo, pero ahora se había decidido en ser algo formal.

Pará su madre le fue extraño esa acción por parte de su hijo, sin embargo la dejó pasar y lo abrazó. Ambos entraron a casa, la mujer rápidamente preguntó por MinHo y le ofreció algo de bebida.

TaeMin dejó las mandarinas en la mesa y preguntó por su padre y hermano, para su suerte, solamente se encontraba en casa su padre, ya que su hermano había salido en una cita con su novio. Por lo cual sintió que podría comunicarse de mejor manera.

Sinceramente no sabía cómo iniciar la conversación y solamente tomó asiento y comenzó a quitar la
cáscara a una de sus mandarinas para comerla.
Su madre escuchó un suspiro profundo de su hijo y dejó de hacer lo que hacía para sentarse a lado de este y escucharlo hablar.

-Mamá... ¿Recuerdas que, cuando les dije que me gustaba MinHo me disculpé porque te dije que no lograría darles nietos?.

-Si recuerdo eso, ¿qué ocurre cariño? ¿Tuvieron una pelea?.

-Si, bueno no, es difícil.-La mujer simplemente se quedó esperando que le revelarán aquel misterio que sentía, colocando mucha atención a las palabras de su hijo.-Pues... Hace tres años atrás, necesitaba dinero y conocí a una pareja quienes anhelaban un hijo, era estéril el chico y yo... Yo les doné y... Esa pareja falleció recién y su hijo, mi hijo, está con nosotros ahora.

Mencionaba cada palabra de manera lenta sin mirar a su madre, solamente se mantenía enfocado en su mandarina.
La señora Lee se mantuvo en shock por unos segundos y después se levantó para darle un abrazo a su hijo, pegando un chillido de emoción.

-¿En dónde está? ¡Quiero verlo! ¿Dices que tiene tres años? ¡Ayyy! ¡Me acuerdo cuando tu tenías esa edad! Buscaré el álbum de fotos quiero verlos. ¡AMOR ven ahora mismo!.-Se fue  gritando con emoción en búsqueda de aquel álbum.

TaeMin pudo respirar de alivio y mandó mensaje a su marido para que ambos regresarán.

No tardó en llegar el señor Lee sorprendido abrazando a su hijo, pues aunque ellos no lo mencionaran su mayor deseo eran ser abuelos, por lo cual estaba contentos y se habían tomado bien la noticia.

Mientras tanto con la pareja de un niño y su padre ambos estaban en aquella tienda, el niño sólo veía aquellos dulces pero no se animaba a tomar ninguno.

-Escoge uno. Yo llevaré una leche de banana para tu papá, a él le gustan mucho de esas.

Creía que ya llevaban cinco minutos en la misma sección de dulces y el menor seguía mirando.
Cuando el mayor escuchó su celular sonar y vio el mensaje, por lo que tomó un chocolate para el niño, pero aquel se había quejado diciendo un "No", por lo que tuvieron que dejar el chocolate.

-Escoge algo, ya tenemos que irnos.

Con eso, el menor comenzó a caminar por los alrededores, hasta que por fin encontró algo para comer.

-¿Es en serio? Los niños no deben de tomar café.-El niño hizo una mirada de enfado.-De acuerdo, de acuerdo, llevaremos café.

Al llegar a la caja registradora para pagar por todo, la joven que atendía no dejaba de adular al niño, pero este se mantenía sin mostrar alguna sonrisa.

-Listo nene, aquí está tu leche de banana.-El menor solamente se colocó de puntillas y tomó el café, ignorando a la vendedora.

MinHo se disculpó y tomó la leche para juntos salir de aquel lugar tomados de las manos, teniendo un recorrido totalmente silencioso.

En casa de los Lee la señora había ido por su cámara, el señor Lee la tenía en sus manos listo para fotografiar al pequeño, mientras que la mujer no se retiraba de la puerta de entrada, se sentía como un niño en navidad esperando a papá Noel.

Cuando escuchó el timbre de entrada, la mujer abrió rápidamente y soltó un chillito emocionada, mientras salía un flash perteneciente a la cámara, el niño mirada confuso a los adultos emocionados, sin pensarlo la mujer tomó al niño en sus brazos.

-¡Dios mío! ¡Eres tan lindo! Tienes los labios de tu padre tan bellos, ¿verdad MinHo? Son esos labios que quieres besarlos.-El mencionado simplemente rió al escuchar a su suegra, y entregarle la leche de banana a su marido.

TaeMin se acercó a la mujer y al pequeño y comenzó a hablar con tierna y dulce voz.

-Ella, es mi madre, es tu abuela, y el mi padre que se convierte en tu abuelo.-Señaló a cada adulto, el señor Lee también se acercó a ver al niño.-Él es SaeBom.

El menor miró al hombre y a la mujer y luego su café que tenía en manos para después extenderlo a su abuelo, quien lo tomó agradecido.

MinHo al mirar que el café no era para el niño, sino para sus abuelos logró entender que el niño a pesar de que no hablaba, sí entendía las conversaciones de los adultos.

La señora Lee se llevó al pequeño a la sala de estar, y sentandolo en su regazo comenzó a enseñarle al niño las fotografías de su padre cuando este tenía aquella edad, MinHo amaba ver ese álbum, por lo que también corrió a verlo, pues el padre del chico se dedicaba a la fotografía, por lo cual jamás le faltaban imágenes de su familia.
TaeMin miraba a su familia muy contento, así que pidió a su padre la cámara para capturar todos esos momentos que le parecían divinos.

MinHo observaba con detenimiento las fotografías viendo que en realidad si había una similitud entre TaeMin con su hijo, por lo cual aquello provocó que eliminará su semblante y quisiera darle una oportunidad al menor, se había prometido en ese momento en ser más dulce con el niño y esforzarse por ser un buen padre para él.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora