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-¡LEE TAEMIN! ¡YA LEVÁNTATE!.-Gritó la madre del mencionado golpeando le levemente con un trapo (con la cual estaba limpiando anteriormente la mujer).

Aquel castaño comenzaba a quejarse mientras buscaba protección con sus cobertores.

-¡NIÑO! TIENES CLASES, ANDANDO.-Seguía gritando la mujer, hasta lograr fastidiar a su hijo, para que aquel se colocara en pie y corriera al sanitario (pues hacía mucho calor en la noche y aquel se había decidido en dormir en ropa interior) La mujer solo soltó una risita, y continuó con la limpieza del hogar.

Aquel joven pedaleo lo más que pudo, llevándose una nota al entrar al salón de clases, el papel decía en letras mayúsculas "RETARDO" uno más para su colección. El profesor que tenía le había dado el acceso, pero también le obsequiaron aquella nota, al acumular tres era digno de una falta.

Tomó asiento en algún sitio disponible, estando hasta el frente de la clase, con una excelente vista a la pizarra del profesor.
Suspiró ya que ese era el peor lugar donde sentarse (los profesores preguntan mucho por esa zona y pierdes puntos si no respondes correctamente) comenzó a hacer apuntes, hasta que le distrajo una bola de papel que le había golpeado, este la tomó y decidió desenvolverlo.

"Te ves lindo hoy~♡"

Leyó en la nota, aquel giró su mirada buscando quien le había enviado aquella nota de su admirador secreto, sin embargo no encontró remitente alguno simplemente lo dejó pasar.

Al terminar la clase aquel sujeto le comentaba el hecho que le había ocurrido en clase, mientras su amiga le hacía bromas con la nota que le habían enviado.

-Por cierto Tae...-La chica decidiendo detener sus bromas recordó algunas palabras del profesor por lo que preguntó por ellas para confirmar si había entendido o no.
En el momento en que el chico iba a contestar fue  golpeado en su hombro derecho por un chico alto moreno que había pasado a su lado.

-¡Hey!.-Fue lo primero que dijo aquel de cabellos negros, al ver que el desconocido no se había disculpado y sólo se había ido.-Que grosera es la gente, si tuviera su altura no dudaría en golpearlo. ¿Seolyeon? ¿Seolyeon?

Y si, su amiga se había esfumado al ver a su novio, esta se despidió contenta entrelazando sus dedos con los de su prometido e irse con él, dejando al chico de cabellos negros.
Este soltó un suspiro y montandose en su bicicleta sintiéndose un tanto curioso, decidió en dirigirse de nuevo al sitio de cómics para continuar leyendo aquel nuevo manga que le habían presentado.

-¿Quieres leer el tomo dos?.-El dueño con una enorme sonrisa le recibió.

-¡Shh!. Si, damelos todos, no tengo ánimos para hacer deberes.-Susurró al ver que había clientes dentro de la tienda, y no quería que lo descubrieran leyendo esas cosas.

El dueño asintió y comenzó a susurrar (para seguirle el juego al tímido) el precio de la renta y a empacar los libros dentro de una bolsa de papel. De la misma manera susurró un "gracias, tienes hasta el fin de semana". TaeMin asintió con la cabeza y se retiró sintiéndose un espía de aquella serie que antiguamente estaba leyendo.

Recibió una notificación de su teléfono móvil, de un tal Rockstar61 que le invitaba a una partida de un videojuego en línea.
TaeMin sin negarlo aceptó dirigiéndose a un cyber más cercano y rentar una computadora para poder ingresar al juego.
Aquel usuario de nombre extraño, era un completo desconocido para él, lo único que sabía es que era Coreano y que juntos hacían un buen equipo para combatir grupos enemigos en videojuegos.
Debido a su enorme emoción por querer jugar entró corriendo al cyber que accidentalmente derramó el refresco de uno de los chicos que se encontraban saliendo del lugar.

MinHo, Tengo Un Hijo... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora