Plegaria Número 26

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✧ Un mundo sin color ✧

Narra Nia:

El reino de los cielos, un lugar entre nubes, sus habitantes son seres completamente puros y poderosos, lo mejor de todo, gobernado por un grupo de dioses misericordiosos y justos, un reino perfecto para muchos, el lugar en donde todos los humanos desearían vivir, aquello solo eran un montón de mentiras, las cuales te cuentan cuando naces o en nuestro caso "te crean".

Mi primer recuerdo es estando en un lugar completamente blanco, no sabía dónde estaba, que hacía ahí, por que estaba sola y mucho menos el quien era yo, tras saber que no sabía absolutamente nada, voltee a mirarme por primera vez, observé mis manos y brazos, también explore mis piernas, pies y el resto de mi cuerpo, tras mirarme trate ponerme en pie, obviamente fallando en el intento, mis piernas flaqueaban y solo lograban que yo volviera al piso que por suerte era suave.

Después de un par de intentos más, al fin lo logré, me puse de pie, por lo que intenté dar un par de pasos más hacia delante, cosa que logré, había aprendido a caminar por mi cuenta, no sabía por qué, pero eso me había alegrado, trate de caminar, incluso correr por ahí, sin embargo no pude hacerlo, pues una de esas paredes blancas se abrió de par en par, se trataba de una puerta la cual jamás note.

De aquella puerta salió un chico más, en esos momentos no estaba entendiendo nada y mis preguntas solo incrementaban más y más – Hola, veo que nada más tuviste conciencia quisiste aprender a caminar, incluso estuviste a punto de manifestar tu magia, pero lamentablemente aún no tienes permiso de hacerlo  –

Recuerdo que en aquellos momentos, solo ladee la cabeza en intenté analizar a aquella persona extraña que estaba frente a mí, era parecido a mi, solo que con diferencias – ¿Lo notaste ya? Soy como tú, solo que yo soy hombre y mujer, tranquila que yo no te voy a hacer daño, al contrario vengo a explicarte todo lo que está pasando, el que haces aquí y quién eres – Aquel chico me dio una sonrisa, él trataba de calmarme, pero aquella sonrisa no me transmitía eso.

Pronto aquel ángel me dio un poco de ropa y me explico el como usarla, tarde un rato, pero una vez estuve vestida, el chico me saco de aquella habitación blanca, una vez puse un pie fuera note que todo a mi alrededor era blanco y dorado, no habían más colores, que... Aburrido, pensé.

Él chico me guiaba por pasillos largos, pretendía llevarme a otra habitación, todo el camino estuvo hablando, diciendome que me encontraba en el cielo y que yo era un "Ángel" que había sido creada gracias a las plegarias de los humanos y el gran poder de los dioses – Deberías de estar agradecida con ellos, sin ellos no estarías aquí, experimentando los regalos que te ofrece la vida –

Una vez más ladee la cabeza ¿Debería estar agradecida con ellos? ¿Regalos de la vida? ¿Qué era un dios y un humano? – Bien llegamos, entra a la habitación, estoy seguro que estás a punto de aprender a hablar – Solo obedecí y entre a aquella nueva habitación, la cual está era más dorada que blanca, era grande, tenía una gran computadora, una gran mesa y dos sillas.

Al tomar asiento, aquel ángel explico que ahí íbamos a obtener información sobre mi, al dejar en claro eso, se sentó frente a la computadora, donde después de un rato sonrió – Tenemos tu nombre – dicho aquello imprimió un papel, al tenerlo, se sentó frente a mi y con su sonrisa falsa la puso frente a mi.

– Tu nombre es Nia –

En aquel papel, ponía mi nombre ¿De dónde lo saco? No tenía ni la más mínima idea, pero una vez más me alegre, tenía un nombre, era corto y bonito, al verlo un par de segundos más abrí los labios y pronuncie mi nombre – Nia –

– Bien, ahora que sabes tú nombre, podemos pasar con lo siguiente –

Parpadee un par de veces – ¿Pasar lo siguiente? –

Ángeles & Demonios || Luzuplay ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora