Plegaria Número 44

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✧ ¿Qué escogerás? ✧

Narrador Omnisciente:

La mañana siguiente llegó y un Luzu recién despierto tomaba un baño tan tranquilamente, al despertar y no ver a Auron a su lado lo entristeció un poco pero rápidamente supuso que era por qué el moreno fue llamado a una reunión o algo parecido y aún que el quería acompañarlo pensó que tal vez Auron solo quería dejarlo descansar.

Por lo que pensó que cuando su demonio llegará a la habitación estaría algo cansado o estresado, fue por ello que se apresuró a limpiar la habitación, tomar una ducha y arreglarse, pues si Auron llegaba en ese estado planeaba animarlo, tal vez invitarlo a desayunar o pasear por el castillo que por cierto aun no había visto a detalle.

Así que con esa buena actitud salió de la ducha y camino por la habitación buscando un poco de ropa y mientras se vestía empezó a notar cicatrices en su cuerpo que antes no estaban allí, la primera que noto fueron en sus muñecas, eran cicatrices de cortadas, como si hubiera intentado cortar sus venas, además en las mismas muñecas tenía unas marcas un poco más tenues bastante peculiares, como si hubiera cargado con unos grilletes por mucho tiempo y ahora solo quedaban las marcas que dejaron aquellas cadenas pesadas.

Nada más se puso una playera blanca, empezó a revisar su cuerpo a detalle, tenía más cortadas y cicatrices de quemaduras por su torso y en las piernas, sus tobillos tenían las mismas marcas que sus muñecas, trago en seco cuando se miro en el espejo, su cuello también tenía esa marca, pero eso no fue lo más impresionante pues finalmente noto el color de sus ojos, los cuales ya no tenían ese azul claro, ahora eran de un color rojo bastante profundo, esas eran las marcas que les salían a los traidores y pecadores.

Pero no tuvo ni tiempo de analizarlo, pues la puerta sonó, Luzu pensó que Auron al fin había llegado, camino hacia la puerta con seguridad iba a abrir la puerta pero al tocar el picaporte, la puerta sonó con más fuerza y una voz desconocida lo llamo.

- ¡Señor Luzu! Tiene que salir ahora mismo -

El castaño retrocedió, Auron se lo advirtió antes de llegar al castillo, que no debía ir con ningún otro demonio que no fueran ellos, ni siquiera debía fiarse de Fargan o Aroyitt, pues podían ser bastante más perros según lo que Auron dijo, así que trato de alejarse de la puerta sin hacer ruido que diera un indicio de que estaba allí dentro, con un paso lento caminaba hasta la ventana más cercana, iba a saltar y correr hasta la habitación de Nia o Lolito y les advertiría sobre lo que está a pasando, pero cuando llegó a la ventana y trato de quitar el seguro, la puerta fue abierta a la fuerza.

- ¡Qué no escapé! - Gritaron y los Demonios corrieron hasta donde estaba.

Luzu no se quedó quieto, logro abrir la ventana, iba a saltar, se iba a escapar, pero lo alcanzaron y lo regresaron al interior de la habitación.

- ¡Suéltenme! Ustedes no pueden llevarme - Grito mientras trataba de zafarse de su agarre, pero era inútil, no podía usar su magia, estaba bloqueada por el maldito collar que quitaba sus poderes, pues aún que se lo habían quitado a Nia, él había rechazado el quitárselo, era tan estúpido, debió dejar que Auron se lo quitará, ahora no tenía oportunidad de escapar.

Estuvo luchando por liberarse por un par de minutos, hasta que sintió un golpe en su nuca y entonces todo se hizo oscuro por un par de minutos.

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La entrada al cielo, este era el nombre que lo humanos y seres angelicales le habían puesto al lugar en el que se sentía más pureza y se respiraba tranquilidad, ese lugar en donde era mucho más fácil contactar con el reino de los cielos, algunos hasta rumoreaban que si tenías suerte, al cruzar por aquel arco de viejos árboles podías llegar hasta el cielo.

Ángeles & Demonios || Luzuplay ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora