Cuarta Plegaria

44 4 1
                                    

✧ Yo sé tú secreto ✧

Narra Luzu:

Cuando en este mundo solo existía caos y destrucción, los dioses decidieron tener misericordia con sus hijos más afectados, por lo que decidieron crear seres celestiales, encomendados a cuidarlos y protegerlos de cierta raza demoníaca, aquellos seres celestiales fueron llamados "Ángeles".

Sin embargo tan pronto fuimos creados, tuvimos peleas con la otra raza, lo cual era de esperarse, pues les estábamos cortando toda fuente de "alimento" y "energía" fue gracias a esa razón que una guerra es casi desatada y a pesar de ser nosotros quienes teníamos ventaja, aquella guerra no sucedió gracias a los humanos quienes heredaron el don, fue allí cuando las grandes leyes fueron creadas.

Pero a pesar de haber firmado los acuerdos, ambos lados terminaban rompiendo las reglas de vez en cuando, por lo general si un Ángel era quien rompía los acuerdos se hacia un juicio y se daba un castigo acorde a lo que habías hecho, sin embargo, si un Demonio era el que lo rompía, teníamos que asesinarlo se inmediato sin darle oportunidad de un juicio, después de todo ellos no lo merecían ¡Eran seres sin corazón y crueles!.

Tal vez ese tal Auron había roto los acuerdos y era por ello que los dioses querían atraparlo y al ser un príncipe Demonio no podrían mandar a cualquier ángel, solo un arcángel podría hacer un trabajo como este y los dioses pensaron que yo era el arcángel indicado para hacer dicho trabajo.

Con aquel pensamiento, me levanté de mi cama, una vez estuve de pie procedí a tomar un baño y cambiarme, todo con una sonrisa, sin embargo aquella sonrisa me duró muy poco, pues pronto escuché una voz que ya conocía.

–Bueno, al parecer no tienes resaca, me alegro mucho.

Trague en seco, para después sentir como una gota de sudor frío recorría mi frente, pues pronto los recuerdos de la noche anterior volvieron, después de salir de aquella habitación privada en la que casi me meto con aquel humano, fui en busca de la pelirosa, quien estaba en la barra con cierto chico de cabellos oscuros y tatuajes, Nia lo presento como "Daniel" un viejo amigo.

Fue ahí cuando le dije que teníamos que irnos, de lo contrario estabas seguro de que volvería a ir en busca de aquel chico moreno de ojos oscuros, tras volver a recordarlo sacudí la cabeza y continúe con mi camino, pero fue detenido por la chica nuevamente.

–¿A donde vas?

Yo solo seguí ignorándola, mientras caminaba por los pasillos de aquel castillo en el que vivíamos; Nia quien seguía volando a mi alrededor colocó sus brazos tras su nuca mientras seguía hablándome.

–¿De verdad vas a enojarte? No es mi culpa que hayas desaparecido a mitad de la noche y hayas olvidado investigar.

Y aunque ese comentario hizo que mi enojo creciera un poco más, seguí con mi camino sin darle respeta, por lo que la chica siguió intentando llamar mi atención.

–Vamos, tienes que perdonarme, sabes que yo te puedo ayudar, ahora no tengo trabajo y estoy muy aburrida.

Ese comentario fue suficiente, me pare en seco, logrando que Nia volará unos pasos más adelante que yo, tras darse cuenta de ello, la chica se detuvo y volvió a pararse frente a mi.

Pase mi mano por mi rostro y hablé –Escucha, no se que es lo que estás planeando, pero quiero que te quede claro, este es MI trabajo y por ahora no planeo hacerlo con ayuda y a mi modo.

Nia me miró con curiosidad por un par de minutos, para después soltar una risa un tanto burlona –Ay Luzu, si quieres atrapar al príncipe tienes que ir si o si a la tierra, tu eres nuevo, sabes que me necesitas si quieres moverte por esos lugares.

Ángeles & Demonios || Luzuplay ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora