Capítulo 29

1.1K 113 42
                                    

MACKENZIE

   Los exámenes me estaban volviendo loca.

Había estado toda la semana preparándome para Historia y Biología, y solamente había aprobado por unos puntos. Mi cerebro se había derretido en mi cabeza, mientras intentaba comprender cosas en base a lo que mis amigos decían, ya que me costaba horrores concentrarme con estos nervios.

Mi dislexia aparecía cuando quería, aunque por lo general se intensificaba durante los exámenes. Jude había estado ayudándome, y Kristen también. Nate también tenía exámenes, y sus prácticas en aquel bufé de abogados eran muy intensas. Había insistido en ayudar, pero prefería que se quedara al margen de eso.

Quedar como tonta delante de él no era mi objetivo principal.

Luego de nuestra charla en el hospital, Nate no había mencionado la idea de hablar sobre nosotros a Jude. Bueno, no es que hubiese un "nosotros" en realidad. Tampoco habíamos hablado de eso, y lo agradecía. Había estado demasiado concentrada toda la semana en no aplazar, que casi no habíamos hablado.

Sin embargo, con la cabeza metida en un libro -literalmente-, el sonido de mi móvil me hace sobresaltar. Es un mensaje de texto, y es de él.

De: Niño Bilis
¿Estás libre hoy por la tarde?

No puedo evitar reírme.

De: Kenz
Hola para ti también, me encuentro bien, gracias por preguntar.

No hay respuesta por algunos minutos. Luego, el tono de llamada resuena en la habitación, y yo atiendo.

— ¿Hola?

— ¡Hola Kenzie!— exclama con fingida alegría.— ¿Cómo te encuentras el día de hoy?

Ruedo los ojos:— El sarcasmo no es necesario.

— ¿Crees tener la tarde libre?

— Bueno... eso depende.

— ¿De qué?

— De tu propuesta, claro.

Nate se ríe del otro lado de la línea:— Ya veo, ¿Así que mi compañía no es suficiente incentivo?

— No me malinterpretes, pero... tengo que saber si vale la pena o no gastar mi preciado tiempo.— le sigo el juego.

— Ya veo, bueno, ¿Y que considerarías apropiado para salir conmigo?

— ¿En una cita?— pregunto sorprendida.

— Algo así.

— Aún no me queda claro.

— Es una sorpresa, pesada.— se queja.— De verdad, intento ser espontaneo, pero no me dejas.

— Déjame a mi la parte espontanea, Nathaniel.— bromeo.

Lanza una carcajada:— Claro, porque la última vez que te dejé me subiste a mil metros de altura.

— No es mi culpa que seas un miedoso.

— ¡No soy miedoso!— se queja.— Y no estábamos hablando de mi.

— Lo que tu digas...

— Kenz, vamos, ¿Quieres salir a alguna parte?

— Sabes que la respuesta es si.

Se produce un pequeño silencio en la línea, y estoy segura de que esta sonriendo.

Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora