Capítulo 16

1.1K 117 47
                                    

MACKENZIE

  Jude me lleva hasta la parte trasera del escenario, donde casi no hay luz. No entiendo porque me ha arrastrado así de sorpresa. No se si es una excusa para alejarme de Nate, o si necesita ayuda con algo. Últimamente cuando nos encuentra juntos parece enojado, como si supusiera que algo más sucede entre nosotros. Cosa que es cierta.

Hace unos segundos estaba bailando relajada, y ahora estoy caminando para no intentar tropezar con algún cable o madera mal colocada. El baile con Nate de hace unos segundos había sido demasiado bonito: sus manos aferrándose a mi cintura, y sus ojos celestes mirándome con aquella intensidad que él tan sólo sabe.

Y entonces Jude había interrumpido.

No sabía si aquel momento especial solamente había ocurrido en mi mente, o si en verdad había algo entre nosotros. No era muy frecuente para mi encontrar alguien que me interesara. Por lo general, encontraba a todos los hombres relativamente aburridos o simples. Pero Nate me sorprendía.

Cuando creía empezar a entenderlo, descubría cosas en él. Como por ejemplo que había prestado atención a mi aroma, o que se interesaba en Cody. Porque por mucho que Jude siempre me haya gustado, él jamás había mostrado real interés en conocerme como Nate lo hacía.

Y aunque yo no era una persona que me abriera fácilmente, resultaba increíblemente sencillo hablar con él. Ni siquiera me había molestado que supiera lo de mi madre o de mi hermano, y él no me había presionado para que le hablara de ello. Era algo que solo había pasado. Algo que con Jude no hablaba muy frecuentemente, porque ni siquiera preguntaba como estaba Cody o el asunto con mi madre.

Observo a Jude caminar frente a mi, y me pregunto si todo mi enamoramiento no fue una idealización de algo que deseaba que él fuera.

— Espera aquí, ya vuelvo.— dice Jude deteniéndose detrás de las cortinas.

Desaparece hacia otro costado del escenario, y yo bufo frustrada. Sophie aparece sonriente con unos papeles en la mano.

— Cariño, necesito pedirte un favor.— me dice dándome las hojas.— Necesito que des el discurso por mi.

Ay no.

— ¿Que?— pregunto nerviosa.

Me he dado cuenta que Sophie tenía la voz rasposa, pero no he creído que era para tanto. Mucho menos para no poder hablar por ella misma.

— Si, cariño.— se aclara dolorida la garganta.— No puedo hablar todo esto como estoy.

— Perdona Sophie, sabes que haría lo que sea por ti, pero no esto.— le devuelvo los papeles.

— Kenzie, por favor, te lo ruego.

— No puedo, lo siento.— digo empezando a entrar en pánico.

Jude aparece y nos mira:— ¿Que sucede?

— Kenzie no quiere leer el discurso.— le explica algo molesta.

Y no es que no quisiera, es que no podía hacerlo. Leer nerviosa me hacía daño a mi dislexia pero, ¿Leer en publico? ¿En un escenario? Las letras desaparecerían y estallarían en la hoja, dejándome incapaz de leer cualquier cosa.

— Kenz, por favor.— me dice rogandome.

— Lo siento, no voy a hacerlo.

Jude me mira suplicante, con sus ojos verdes como los de un ternerito recién nacido. Pero sé que no puedo. Sería incapaz de estar frente a miles de personas y leer correctamente. Era simplemente imposible.

Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora