MACKENZIE
Ayer por la noche, Nate se fue sin saludarme de la fiesta. No sabía cuando, ni tampoco lo había visto irse, pero se había ido.
Se había enfadado por el asunto con Jude, y lo sabía. Sabía muy bien que sentía algo por mi, al igual que yo por él. Y también sabía que había escuchado mi conversación con Jude sobre él mientras estaba en el baño.
Jude era mi amigo, él había estado primero. Pero también comprendía que el hecho de ocultarlo le hacía sentirse desmerecido, y en segundo lugar. Y no me gustaba que se sintiera de esa forma. Pero también él fue el primero en saber que había tenido sentimientos por Jude.
Y si, dije tenido, en pasado.
Porque lo que sentía por Nate era totalmente nuevo e intenso.
Nate me hacia sentir diferente. Cuando estaba con él, mis sentimientos me sobrepasaban de una forma inexplicable. Me sentía a gusto por momentos, y por otros lograba que el corazón diera un vuelco e intentara salirse de mi pecho.
Las cosas habían cambiado, pero mi posición sobre decirle a Jude era... complicada. Sabía que desde que se lo dijera, su actitud cambiaría; y sé que de por si su relación con Nate no es la mejor, no quería ser quién interfiriese con ello.
Estaba en un gran dilema.
Observo las fotos rebeladas de Nate frente a mi: se veía increíblemente bien riendo. Siempre había creído que hacer una fotografía era como congelar una imagen de un momento en el tiempo, volviéndolo inolvidable. Y eso me pasaba cuando veía las que había tomado en momentos importantes o bonitos.
El timbre suena, y dejo las fotografías sobre el escritorio en mi habitación. Era domingo, por lo que probablemente fuese Kristen, quién venía sin avisar. Sin embargo, cuando abro la puerta, los ojos celestes de Nate me sorprenden.
— Hola.— dice en un tono serio.
Lo observo durante unos segundos, y me doy cuenta: venía a hablar conmigo, y esto no tenía buena pinta.
— Hola.— contesto moviéndome hacia un lado para dejarlo entrar.
Nate camina dentro del departamento, y cierro la puerta. Se pasea por la sala de estar con las manos en los bolsillos, y luce molesto, aunque intenta ocultarlo.
— Ayer te fuiste.— es lo primero que se me ocurre decir.
Asiente:— Quería... pensar.
Oh no.
Mis sospechas se confirman: está muy molesto. Me acerco a él, y retrocede. Mi pecho se comprime por la forma en la que se ha movido: como si ya no quisiera estar cerca mío.
— Kenz, te haré una pregunta, y quiero que seas sincera conmigo.— dice con sauvidad.
Trago saliva:— Claro.
— ¿Quieres estar conmigo?— pregunta, y puedo ver el dolor detrás de aquellas palabras.
— Sabes que si.
— No, no lo sé.— contesta serio.— Por eso lo pregunto.
— Me gustas Nate, quiero salir contigo.— le aclaro.
— ¿En secreto?
Cuando lo dice en voz alta, veo lo feo que suena. No me gustaría ser el secreto de nadie, y entiendo perfectamente porque no quiere serlo.
— No.— respondo con sinceridad.
Asiente:— ¿Planeas contárselo a Jude?
Suspiro:— Es complicado Nate.
ESTÁS LEYENDO
Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Novela JuvenilEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...