NATHANIEL
Era la decimo cuarta vez que cortaba una llamada con algún cliente, y a decir verdad estaba agotado. No quería oír más quejas de la incompetencia de los abogados, y como yo creía poder hacer un trabajo mil veces mejor. Pero yo era un pez pequeño, en un lugar lleno de tiburones. Tiburones que se comían entre sí con tal de obtener un mejor puesto.
En lo único que podía pensar era en las puertas que esta pasantía me abriría, y en como luego podría elegir el trabajo que quisiera. Sabía que quedaba poco para poder ir como apoyo a algún juicio, y ser parte de un equipo. Y no podía esperar a que ese día llegara.
Miro mi computadora y suspiro, exasperado.
— ¿Cómo va ese trabajo?— pregunta Liam sentándose en el pequeño espacio de su cubículo junto al mío.
— Bastante mal.— digo mientras veo como la impresora lanza el papel con más lentitud de la normal.
— A veces pienso que vamos a morir sentados en este escritorio.
— No seas dramático Liam.— ruedo los ojos.— Esto es solo temporal.
El muchacho rubio toma un sorbo de su cuarta o tal vez quinta taza de café.
— Para ti es muy fácil, aquí todos te adoran.— dice con algo de envidia.— Yo me la paso sirviendo cafés.
— Deberías beber menos, no te hará bien.— le digo volviendo a mirar la laptop frente a mi.
Mi vista viaja a la vela aromática que se encuentra a unos centímetros. Sin pensarlo demasiado, la tomo y la huelo. Sonrío y niego con la cabeza. Es muy extraño tener el aroma de una persona embotellado. Y olía a flores como Kenzie.
Liam estira el brazo y me quita la vela de mis manos, sin darme tiempo a reaccionar.
— Devuélveme eso.
La huele y sonríe:— ¿Eres gay?
— ¿Tener una vela te hace gay?— contesto y se la quito.
— No, solo raro.— se ríe.
— Es un regalo.— digo volviendo a ponerla en su lugar.— Y no vuelves a tomar mis cosas.
Asiente con cierta picardía:— Claro, así que alguien especial te la dió.
— ¿Alguien especial te dio que cosa?— la voz de Mary a mis espaldas hace que me voltee a verla.
— Nada.— contesto molesto.— Liam metiendo la nariz donde nadie lo llama.
La morena se sienta e su cubículo a mi derecha, dejándome entre medio de ambos.
— Tiene un novio o novia que le regalo una vela, y la huele como un acosador.— le cuenta Liam riendo.
— ¡Que no soy gay!—refunfuño molesto.
— No sabía que salías con alguien.— Mary alza una ceja inquisitiva.
— No salgo con nadie.— digo enojado.— Y no se metan en mi vida.
Tomo las hojas de la impresora, y me levanto de mi lugar. Detestaba que hablaran sobre mi vida personal, y más cuando no influía en absoluto con mi trabajo. Liam y Mary no eran mis amigos, solo eran compañeros; personas que no volvería a ver luego de que mi pasantía acabase.
Pero por alguna desconocida razón ambos pensaban que me conocían y que podían opinar sobre lo que me pasaba. Y si, tal vez estaba oliendo la vela como un acosador, pero era mi maldito problema. Estaba buscando una excusa desde hace días para llamar a Kenzie, o que llegara el fin de semana para ir a ver a Cody y tener un pretexto para estar con ella.
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Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Teen FictionEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...