MACKENZIE
Estaba enojada. Enojada conmigo misma por sentir cosas por Jude, y enojada con Jude por tratarme como una niña pequeña. Hacia bastante tiempo que no me emborrachaba así, y tenia algo revuelto el estómago. Eso, sin contar el dolor de cabeza que llevaba encima y que estaría triplicado por la mañana. Todavía estaba bastante ebria, aunque intentara disimularlo.
Giro mi cabeza y observo a Nate, quien maneja en silencio. No se que estará pensando, pero me intriga. No ha dicho absolutamente nada, sólo que me llevará a casa. Supongo que es lo mínimo que puede hacer si prácticamente me arrastró hasta aquí. Aunque todavía no estoy muy segura el porqué lo hizo: ¿Fue porque pensó que sucedería algo entre nosotros o lo hizo para molestarme?
Pues mi "yo" ebrio creyó que besarme con su amigo sería bueno para ponerlo celoso, pero al parecer ni le importó. Si, vi que nos miraba en la pista, pero no dijo nada al respecto ni intentó separarme de él. Era una imbécil, y alcoholizada era aún peor.
— ¿Te sientes bien?— pregunta devolviéndome a la realidad.
Asiento:— Si, ya no tengo ganas de vomitar.
— Me alegra.— contesta serio.— El tequila suele, ya sabes, darte dolor de estómago.
— Si, y te deja ebria un buen rato.— digo tocándome la cabeza.
Se ríe:— Si, recuerdo una vez que estábamos con Mike y Beau en una fiesta, y Mike apostó que nos podíamos beber una botella cada uno. Yo supe de un principio que ese día perdería cincuenta dólares pero, ya sabes, la ebriedad me hizo decir que sí.
— Conoces a Beau hace mucho.— comento sin dejar de mirarlo.
— Si, es un buen amigo. Jamás me ha dejado tirado, hemos estudiado juntos y... bueno, luego me cambie a otra universidad.— suspira.— Pero seguimos hablando por Instagram y texto a veces. Una vez los invité a la casa de la playa que tenemos, ya debes conocerla.
— Si, iba con Jude hace unos años. — respondo incomoda.— Él siempre creyó que vendrías a verlo en el verano.
Las palabras se me escapan y al instante me arrepiento. Eso era algo que Jude me había contado, y confiado en mi para no decir, y allí iba yo a soltárselo. Tampoco quería hacer sentir mal a Nate: irse a la universidad era algo natural.
— Por favor, no le digas que te dije eso.— le aclaro.— Se supone que no debía decirlo, es el alcohol, se me ha escapado, yo...
— Mackenzie, tranquila.— dice.— No le voy a decir nada.
— Que me llames por mi nombre completo no me deja muy tranquila.— le aclaro.
Nate se ríe y yo sonrío. Tiene una risa contagiosa. Cuando está tranquilo, y no hace comentarios idiotas, puedo ver algo de Jude en él. Sophie no podía haber hecho un mal trabajo, es una excelente madre. Bueno, mucho mejor que la mía seguramente. Si uno de sus hijos se drogara, estoy segura que no lo echaría de la casa ni dejaría sólo.
Cierro los ojos ante el recuerdo de mi madre mirándome por última vez antes de cerrar la puerta del departamento, para irse para siempre. Supongo que era una imagen que me perseguiría por el resto de mi vida.
Estacionamos el auto en el garage del edificio y Nate me observa. Al instante hace una mueca preocupante, y yo me asusto.
— ¿Qué pasa?— digo de pronto.
— ¿He dicho algo que te ha molestado?— dice acercándose a mi.
Alzo una ceja:— ¿Que? No, claro que no, ¿Por que lo preguntas?
ESTÁS LEYENDO
Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Teen FictionEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...