NATHANIEL
Al igual que cada cena antes de Acción de Gracias, mi madre invitaba a los Tucker a cenar.
Una tradición que, al parecer, no había cambiado en estos cuatro años en los que había estado ausente. Ella preparaba muchísima comida, aunque gran parte también la ordenaba, y servía todo en la larga mesa rectangular que se encontraba en el patio.
El problema era que no había estado en ninguna cena, ni visto a los Tucker, desde aquel verano en el que todo se fue al caño. Sería increíblemente incomodo cenar con ellos, sobre todo teniendo en cuenta que mi madre no tenía idea de la situación, y mi padre no pensaba decírselo.
A pesar de esto, los días habían sido perfectos.
Había pasado muchísimo tiempo con Kenzie, más de lo normal, y aquello me ponía demasiado feliz. Creo que todos, incluyendo mi hermano, notaban el halo de alegría que me recorría constantemente. Iba caminando por la cabaña con una sonrisa, sin ningún motivo aparente.
Como ahora, que ponía la mesa mientras tarareaba una canción de Nirvana. Mi madre me observa con una sonrisa desde la otra punta de la mesa, y le dedico una de vuelta. Supongo que ella sabe a que se debe mi estado de animo.
— Así que...— murmura acercándose a mi, mientras acomoda una servilleta.— ¿Ya es oficial?
Suspiro:— ¿Quieres ser la primera en saber?
— Claro que si, soy tu madre.— se queja.
— Si, Kenzie es mi novia.— susurro y ella coloca sus manos sobre su boca emocionada.— No hagas eso, mamá.
— Estoy tan contenta.— responde y finge relajarse.— Lo siento, es que... jamás te había visto tan enérgico.
— Intento tomarlo con calma.— le aclaro.— Ya sabes, para no apresurar las cosas.
Asiente:— Claro, por supuesto.
Acomodo los vasos y ella da un paso hacia mi.
— ¿Y cuando piensan decírselo a Jude?— pregunta en voz baja.
— Aún no lo sé.— contesto molesto
— Pues deberían hacerlo pronto.
— Mamá...
— Han estado demasiado tiempo guardando el secreto, Nate.— contesta.— Deberías contarles a todos el motivo de tu felicidad.
Kristen y Jude aparecen con comida, y ambos nos separamos. Ellos están demasiado concentrados en no volcar las cosas, que ni siquiera nos ven. Kenzie aparece después con una sonrisa, y nos miramos fijamente un instante.
— ¿Dónde me siento?— pregunta Jude mirando la mesa.
Nuestra madre señala una silla:— Ahí. Nate, siéntate junto a él.
Kristen y Jude se sientan juntos, y yo me siento donde mi madre indicó. Mackenzie parece dudar un momento, y decide sentarse al lado de Kris.
Me decepciona un poco tenerla lejos, pero entiendo que es su mejor amiga. Mi madre deja su copa con vino a mi lado, indicando que será su lugar, y sonrío en respuesta. Ella no lo sabe, pero no soportaría sentarme junto a un Tucker.
El timbre suena, y mi padre aparece desde la cocina.
— Yo voy.— suelta caminando rápidamente.
Tenso la mandíbula, y los ojos de Mackenzie no se despegan de mi ni un segundo. Yo rehúyo su mirada, pues no quiero que sepa cuanto me afecta en el fondo. La puerta se abre, y la familia invitada entra en la casa. El Sr. Tucker es seguido por su mujer, y Peter al final, quién lleva puestos anteojos de sol y un suéter sobre los hombros como si fuese una versión millenial de Ken.
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Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Teen FictionEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...