MACKENZIE
No estaba convencida de ir a la fiesta.
En primer lugar, porque sabía que Peter estaría allí. Las cosas no habían quedado especialmente ligeras luego de la pelea del otro día. No solamente porque prácticamente se me había abalanzado encima en la cena, sino porque también Nate le había hablado mal a su madre. Conocía a Peter, y sabía que no lo dejaría pasar. Haría como si nada y, luego de un par de copas, diría cosas inapropiadas.
A veces me preguntaba como había salido con él.
En segundo lugar, era la primera vez que saldríamos con Nate en público. Y si, habíamos tenido citas en lugares transitados, pero no era la misma cosa. No conocíamos a la gente a nuestro alrededor, pero ahora si: eran su hermano y mi mejor amiga.
Jude parecía realmente sincero cuando se disculpó el otro día, y en realidad pude notar que se sentía mal respecto a lo que dijo. Sin embargo, también veía que no le agradaba la idea de que Nate pudiese lastimarme.
Sin embargo, ya no se oponía. Supongo que la charla con su hermano le había ayudado, sobre todo luego de la forma en que lo había descubierto. Habíamos manejado mal las cosas, y no podíamos culparlo por enfadarse.
De hecho, había sido él quién hoy durante el almuerzo de Acción de Gracias, decidió proponer ir a la fiesta de hoy en la playa. Al principio, mi respuesta inmediata fue no. Pensar en tener que arreglarme, y estar rodeada de miles de personas, escuchando música estridente, me hizo dudar.
Por la tarde, me di cuenta que había sido un error. Me pasé toda la tarde sentada en el sofá, mirando mi móvil. Estaba segura de que mi madre no llamaría, pero igual dolía.
Me sentía atrapada en mi propia negación, y eso me lastimaba más. El creer que algún día, se presentaría en mi puerta, y se disculparía por todo. Que me propondría volver a empezar, y en realidad se interesara por lo que me pasaba.
Pero eso no era verdad. Era un sueño, y era hora de que despertara.
Así que luego de unas horas, y de preguntarle a Nate si estaba de acuerdo, decidí que iría. Kristen prácticamente chillo, ella adoraba salir de fiesta conmigo y beber, y corrimos escaleras arriba a mirar que ponernos.
Eso nos lleva a este preciso instante, en donde estoy a punto de auto-apuñalarme con la máscara de pestañas en el ojo, en un vago intento por hacer aparecer mis pestañas rubias.
Siento el ruido de la puerta moverse, y me detengo en seco. Nate está allí parado, con la cabeza reclinada hacia un lado, mirándome fijamente. Todo su peso corporal está apoyado en el marco, y sonríe de lado.
— ¿Cuánto tiempo llevas allí? — pregunto indignada.
— El suficiente como para notar que eres mala en eso. — se burla, cruzándose de brazos.
— Acosador...— canturreo con una sonrisa.
Alza una ceja: — ¿Yo? Tu has sido quién se puso ese vestido.
Me doy una pequeña ojeada en el espejo. Si, he accedido a ponerme un vestido de lentejuelas negro. Pero solamente ha sido, porque es apretado como un tubo, pero me llega hasta casi la rodilla.
— ¿Te gusta? — pregunto mientras dejo la mascara de pestañas, y tomo el labial rojo.
— ¿Qué si me gusta? — silba. — No te das una idea.
Se acerca a mi lentamente, como un depredador a su presa, y envuelve sus brazos en mi cintura, colocando su pecho contra mi espalda.
— Te compraría uno de cada color, para que lo usaras toda la semana. — murmura contra mi oído.
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Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Teen FictionEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...