NATHANIEL
Ha sido la fiesta mas aburrida a la que he asistido. Conducía, por lo que no podía tomar, y eso hizo que mi diversión bajara un diez mil por ciento. Eso, sumado que todos mis amigos se la pasaron ligando y besuqueándose con chicas toda la noche, termino de aniquilarme.
Tenia veintiún años, pero me preguntaba en que momento de mi vida había dejado de ser el alma de la fiesta, para convertirme en un anciano. Estaba sentado en un sillón, con una pareja besándose a unos centímetros de mi como si estuviesen solos en una habitación. Ella estaba montada encima, literalmente.
Le doy un trago a mi bebida de dieta y suspiro. Miro alrededor de la pista, para ver si encuentro a Mackenzie. Me quiero largar, pero yo la he traído, y debo llevarla a su casa de vuelta. La busco entre las personas pero no la encuentro, hasta que mis ojos dan en una escena que no desearía haber visto.
Beau y Kenzie prendidos como dos sanguijuelas, en el medio de la pista, y las manos de mi amigo tocándole el trasero por arriba del vestido blanco. Ambos habían bebido muchísimo, incluso se habían retado para ver quien tomaba mas rápido, y ella había ganado. Según Kristen, ella estaba invicta en ese juego.
Verlos besándose me daban ganas de vomitar las tres sodas que me había tomado, y tal vez mi cena de antes de venir. Sin embargo, allí me quedé, viéndoles. En parte, esperando que terminasen para preguntarle a ella si podíamos largarnos, y en parte porque desearía ser él. Detestaba que las chicas me rechazaran, y mas cuando luego besaban a uno de mis amigos delante de mi nariz.
Sin embargo, estaba mintiéndome. Algo en Kenzie me había atraído desde el principio, incluso luego de que me rechazara múltiples veces. Cuando me miraba, algo en ella me ponía como una moto. Era algo que me había sucedido una sola vez antes, con quién era mi ex novia, Samantha.
Y luego de lo que parecen horas, se separan. Beau le dice algo al oído, y rezo porque ella rechace irse a otro lado con él. Por una vez en la noche, la suerte está de mi lado, y Kenzie lo deja a Beau allí parado en la pista de baile. Mi amigo esta como una tienda de campaña, y no puede creerse que lo haya rechazado.
Luego de ir al bar por un trago, se sienta junto a mi y suspira.
— Eso ha sido...
— ¿Intenso?— pregunto mientras río.
— Si, mucho.— se ríe conmigo.— Debajo del vestido llevaba puesta su ropa interior, la cual literalmente era un hilo de...
— Paso de que me cuentes, gracias.— le digo haciendo una mueca.
— Ya, no te quiero poner celoso.— bromea y lo miro de mala gana.— Ojala hubiese visto algo de debajo.
— ¿Celoso? Es una niña, es tu problema si ahora te gustan las de preparatoria.— miro hacia otro lado para que no se me note el enfado.
— Ajá, seguro, porque a ti no te pone.— nos miramos.— Noto como la miras, no soy tonto.
— Claro, y ahí vas tú y le comes la boca delante mío.— niego con la cabeza.
Se ríe:— ¡Que va! Antes hacíamos eso todo el tiempo.
— Es verdad.— me río.— Que imbéciles, estábamos con todas las chicas que se nos cruzaban. Parecíamos perros en celo.
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Amor en Instantáneo (SIEMPRE #1)
Roman pour AdolescentsEn la vida de Mackenzie Cass, nada es sencillo. Entre la constante lucha de su hermano contra las adicciones y una madre que ha decidido empezar de nuevo a miles de kilómetros de distancia, Kenzie siente que su mundo se desmorona. Pero hay algo más...