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Un mes después.

Erick Dagher...

— ¿Así que tienes novia?. — le pregunté a Cristián mientras desayunamos.

Emm si. Hace un mes aproximadamente. — respondió con nervios.

— Que raro que no la hayas traído todavía. — expuse mientras terminaba de comer mi pan con aguacate. — O sea, las veces que vino acá, no la vi. Es como si se escondiera. — es que era literalmente extraño todo.

— Deja de suponer cosas. A la tarde voy a salir así que seguramente vuelvo tarde o no vuelvo. — comentó mientras levantaba las cosas del desayuno.

— Está bien. No te preocupes.

Luego de que acomodamos las cosas, subí a mi habitación y empecé a tocar la guitarra, tratando de cantar un cover pero se me hacía imposible concentrarme.

Hoy a la noche seguiría a Cris para ver con quién sale y porque tanta sospechas de no querer que la vea.
La relación que tenemos con él es demasiado buena, somos muy compañeros, formamos una buena amistad fuera de lo que éramos cuñados.

John a estado actuando muy raro últimamente, la mayoría hablaban en códigos, como si ocultaran algo.

Emily Kelley...

Estaba preparándome para salir con Cris, creo que iríamos al cine y luego a cenar. Pero con él nunca se sabe ya que cambia de planes a último momento.

— ¿Estás nerviosa?. — pregunta Ámbar mientras terminaba de alisarme el pelo.

— No, o sea si lo normal de siempre pero no tanto como antes.

— Van a festejar su primer mes como novios. ¿No son demasiados tiernos? — agrega mi hermana poniendo una cara tierna..

— Ya se pueden callar porque me sonroja.

— El amor, el amor. — Ámbar se ríe ante lo dicho.

Terminé de arreglarme y faltaba unos minutos para que salgamos. Fuimos bajando para esperarlo, estaba emocionada, ansiosa, nerviosa todo junto. No podía creer que estaba cumpliendo unas de mis fantasías y pensando que era imposible que suceda.

Todo pasa por algo ¿verdad?. Me vengo a enterar luego de años de qué Cristián que no es mi hermano, yo no recordaba que mi primer beso fue con él, tampoco hizo por recordármelo aunque de por medio estaba Mariana, le gustaba que yo esté con Erick, nunca pensó en él sino en mí y en lo que yo sentía.

El destino nos quería juntos así no sea mucho tiempo, pero cumplir con nuestro deseo.

Ya había llegado, me despedí de las chicas y me subí a su auto.

— Hola mi reina hermosa. — me da un beso.

— Ya te extrañaba mi nene lindo. — no podía evitar mirarlo a sus preciosos ojos color miel, su pelo ahora estaba con mechones rubios que le quedaba hermoso.

Mi Última Razón ©✓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora