Mi Última Razón ©✓.

32

Cristián Kelley...

Estaba despertándome, extrañaba demasiado a Emily, quería estar con nuestra bebé y ella, creo que tengo que separar las cosas y hacer mi familia a parte de lo que suceda con mi padre y Mariana. Bajé a desayunar y estaba mi abuela desayunando también.

— ¡CRISTIÁN! — aparece Ashley llorando.

— ¿Que sucede? — la abrace.

— Por tu culpa Emily se está yendo a vivir a otra ciudad. — ella lloraba de manera desconsolada.

— ¿Cómo? ¿Dónde está ahora mismo?

— En el aeropuerto.

Me subí a mi auto y conducí lo más rápido posible hasta llegar al aeropuerto, la empecé a buscar por todos lados hasta que la encontré, me acerque a ella y la agarre entre mis brazos.

— No te vayas por favor, tienes que quedarte. Te amo amor mío, quedate conmigo te lo suplico. — rogué sin soltarla.

— Me tengo que ir Cristián, no puedo seguir acá. — se soltó de mi.

— Amor por favor, solo escúchame, hablemos en serio.

— Emily, nuestro vuelo. — dice Ámbar.

— Por favor Emi, está es la última en serio. Bah hablamos y si no quieres bueno yo les pago el vuelo.

— Está bien. — dijo y las miro a las chicas.

— Yo voy a Miami a ver a mi hermano. — dice Bella y Emily agacha su mirada.

— ¿Erick? ¿Está en Miami? — pregunte sorprendido.

— Se fue a vivir allá y ya lo extraño así que aprovecharé para visitarlo.

— Cambio su número, ¿Verdad?

— Si, pero es tu hermano así que le contaré todo y luego le pasaré tu número.

— Está bien, tienen que saber que con ustedes está todo muy bien, los demás problemas es aparte.

— Lo sé, gracias.

— Vamos Ámbar que te llevamos.

Emily Kelley...

Nos subimos al auto de Cristián y dejamos a Ámbar en su casa y luego fuimos a la de él. Entramos y estaba Ashley con John y la abuela de Cristián.

— Emi, no te fuiste. — Ashley me abraza.

— Todavía no sé, tal vez me vaya, tal vez no.

— Si te vas avísame que yo me voy contigo. No me voy a separar de ti y mi sobrina.

Subimos a la habitación con Cristián y me da un vaso con refresco.

— Se que fui un tremendo idiota contigo, se que tú no tienes nada que ver con lo de tu madre, con lo de Santiago. Eres la madre de mi hija y mi futura esposa, no quiero dejarte sola, quiero estar contigo y mi pequeña.