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Emily Kelley...

Luego de dos horas aproximadamente, vuelve la doctora con los estudios ya realizados y ella me mira y sonríe.

- Bueno les tengo muy buenas noticias, primero que nada decir que los estudios salieron perfectamente, es más ahora tiene anemia pero ya no tiene la anorexia que tenía al principio. Eso me sorprende bastante porque casi no se cura la anorexia. Por segundo lugar, decirles que ya tiene el alta medica, ahora tendrán que firmar los papeles, por último hay que hacer chequeos de su corazón todos los meses, nada más. - explicó la doctora detalladamente.

- ¿Es enserio?. Me alegro muchísimo. - dice mi novio con una sonrisa.

- ¿Y lo sexual? - pregunté y ambos se rieron.

- Siempre igual Kelley. - dice la doctora. - En eso se supone que no hay problemas, al tener los resultados excelente no necesita tantos cuidados, si te voy a recetar unas medicinas y luego él cardiólogo te irá diciendo el tratamiento.

- Muchas gracias. - dije y agarramos los papeles para firmarlos.

Luego de hacer todo, prepare mis cosas y salimos de la mano del hospital, pero la doctora me detiene y pide decirme algo a solas.

- ¿Que sucedió? - pregunte.

- Explicarte que no tuve que hacer nada, es poco creíble pero literalmente son tus resultados verdaderos, no entiendo cómo de un día para el otro tienes todo bien. Pero cuídate.

- Esta bien, gracias e igual le voy a pagar.

Me despedí y me subí al auto. Él comienza a conducir y me mira tiernamente.

- Te tengo una sorpresa mi vida. - dice y acaricia mi mano.

- ¿Ya?. Que rápido eres para estas cosas. - sonreí.

- Espero que te guste.

- Todo lo que sea de ti me va a gustar. - le di un pequeño beso en sus labios.

Entramos al barrio y por parte tenía miedo de ver a Cristián, no me dejaría ir, me encerraría nuevamente pero por parte me sentía súper fuerte para enfrentarlo.
Pasamos por la puerta de su casa y Erick no estacionó ahí, me pareció completamente raro, luego me hace cerrar los ojos y me ayuda a bajar del auto.

- No espíes mi amor. - dice y yo sonriendo, estaba muy emocionada.

Sentí que entramos a un lugar y él me hace mirar, una casa preciosa, muy lujosa y tan perfecta, era una casa de ensueño, no se podía creer que esa casa existiera. Caminé recorriendo la cocina, el comedor, la sala, el baño y la habitación que tenía ahí abajo, subiendo las escaleras camino el pasillo recorriendo las seis habitaciones que había, eran demasiadas pero me parece bien, tres habitaciones tenía un baño y las otras no. Había un subsuelo con dos habitaciones enorme, una con jacuzzi y la otra como una sala vacía que se podía utilizar para cualquier cosa. En el patio se encontraba la piscina climatizada, y todo muy hermoso.

- Gracias en serio mi amor, me haces muy feliz y no solo por esto, sino por pensar en nuestra familia. - dije abrazándolo.

Mi Última Razón ©✓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora