Mi Última Razón ©✓.

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Erick Dagher...

Luego de unos días, era jueves, estaba teniendo una cita con mi manager, solucionando el tema de Emily con su trabajo, realmente no quería que ella deje de cumplir con su trabajo por pensar en mi, tengo muy en claro que su trabajo no es nada comparado a lo que podría llegar a ser el mío.

Eran las diez de la mañana, ya había llegado al lugar, ahora tocaba esperar a que el manager llegue.

A los minutos llegó y entramos a la oficina.

— Erick, buenos días. ¿Quieres un café? — pregunta amablemente.

— Buenos días, no muchas gracias.

— Bueno, el tema de Emily, ella me dijo que me avisaría apenas hable con su jefe, pero no me escribió ni nada, se que ella estaba media indecisa por su hermana.

— Puedes traerlas a ambas, mientras mas, mejor. — respondí fríamente.

— Mira yo soy un manager, acá en la empresa tenemos el dueño de todo, por más que yo sea el jefe del departamento de managers. Me dijo que primero se tiene que venir Emily para empezar a organizar el tema de las modelos y las clases y luego vendría a dar clases al igual que Emily.

— ¿Y cuándo podría venir Emi?

— El dueño quiere citarla para el martes que viene.

— Hablaré con ella.

— Está bien, por favor la necesitamos.

Solo asentí y salí del lugar.

Estaba por hacer unas compras antes de volver a mi casa, quería cocinar la comida favorita de Emily ya que tenía el día desocupado.
Al salir de un negocio me encuentro con Cris, estaba con su abuela pero su cara estaba totalmente rara, estaba muy dejado y ya se notaba que no era el mismo, simplemente el alcohol lo estaba consumiendo y se nota que está medio loco.

Trate de seguir mi camino pero él me lo impidió.

— Hola hermanito. — dice riéndose.

— Hola Cris, hola señora. ¿Que hacen por acá?

— Hola Erick, vinimos a comprar unas cosas que hacen falta en la casa. — responde la señora y me da señales de que no saque conversación.

— Está bien, yo me tengo que ir. — estaba siguiendo mi camino y me detiene.

— Cuida muy bien de mi hija y de mi mujer, próximamente las tendré conmigo. — me empuja un poco.

— Tú cuídate porque yo puedo llegar a matarte.

Me fui de ahí rápidamente, no iba armar líos en pleno centro comercial.

Al volver, entré a casa y se escuchaba el llanto de Zoe. Fui a la habitación y estaba en brazos de Ashley.

— ¿Y Emi?

— Se fue hablar con su jefe. Me contó sobre eso, bueno después hablamos mejor atiende a Zoe.

— ¿Qué le sucede a Zoe? — pregunté teniéndola en brazos.

— Cómo no estabas tú ni Emi empezó con ataques de miedo por Cristián, ya sabes lo de siempre, no sé porque aún no se centran en ver qué no tenga miedo y que se le pase sus traumas. 

— Lo sé, hablaré de eso con Emi, estamos priorizando más el trabajo que nuestras hijas.

Al darnos cuenta Zoe ya estaba durmiendo nuevamente, la acosté. Ahí agarre a Hal y estábamos bajando a la cocina.