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Emily Kelley...

Escuché entrar a alguien en mi habitación, me hice la tonta pero sentía que no se acercaba a mí. De repente siento que se acuesta a mi lado y me abraza tapándose conmigo, comencé a llorar aún más.

- Tranquila princesa, estoy contigo. - saca la almohada de mi cara - te eche tanto de menos, te necesitaba todos los días.

- ¿Qué quieres? - dije sin mirarlo.

- Hablar contigo, mostrarte que deje las drogas, solo fumo marihuana como cuando me conociste y ya, que no quiero perderte ni a ti ni a mis hijas, la hermosa familia que formamos. Bueno si no llegas a perder a tu bebé, será parte de nuestra familia claramente.

- Ayer perdí al bebé finalmente, eso ya era confirmado sino para enero tendrían que sacarlo.

- ¿Por eso estás tan angustiada? - acaricia mi pelo mirándome.

- No, no es por eso. Ahora continua, pretendes que te perdone como si nada, ¿Olvidando que tuviste sexo con mi hermana?, ¿Qué me decías de todo?, ¿Que me odiabas por haber sido secuestrada?. - explique susurrando entre lágrimas. Pues Zoe dormía en la cama de al lado.

- Perdón, en serio te pido perdón princesa, ese día con Ashley estaba muy drogado y borracho,no fue sexo, ella me coqueteo y me confundí contigo, nunca más paso nada solo ella me beso, yo hasta olvidé que tuviste sexo con John, perdón por todo lo que te hice.

- No sé Erick, ya no quiero sufrir más, quiero disfrutar con mi papá y no quiero que mi papá por cuidarme se meta en problemas.

- Todo estará bien amor mío, te haré feliz, te cuidaré y amaré.

- ¿Hall dónde está ahora?.

- Durmiendo, la está cuidando mi hermana.

- ¿Ashley sigue ahí?.

- Si pero ya le dije que se tiene que ir a vivir con Jacob o su madre. Que no quería tener problemas contigo, así que no te preocupes mi princesa.

- Sigue en tu casa la muy sinvergüenza. - hablé indignada.

- Amor, tranquila. Me quedaré contigo a dormir.

Me quedé dormida entre los brazos de Erick, sentía que dormía tranquilamente y descansando de la mejor manera.
En la mañana, estaba de costado y Erick me tenía abrazada. Siento que me acaricia y fingí quejarme apoyando mi trasero en su bulto, él me aprieta hacía su cuerpo.

- Déjame dormir. - dije subiendo encima de él y sonriendo.

- Eres bipolar eh. - intenta besarme y me aleje.

- En ningún momento acepté volver. - me acosté a su lado nuevamente.

- No sé que hacer para que seamos felices. - dice teniendo nuestras narices juntas.

- Volveremos pero la mayoría de las cosas serán a mi manera y seré la encargada y dueña de la casa. - di un pequeño beso en sus labios.

- Me parece perfecto amor mío. - continúa besándome.

Mi Última Razón ©✓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora