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Emily Kelley...

Me estaba despertando nuevamente, mire a mi costado y estaba Erick. Moví lentamente mis piernas y no sentía ningún tipo de dolor.

— ¿Estás mejor? — pregunta Erick.

— Erick. — lo abracé.

— Tranquila princesa, todo va a estar bien.

Quise intentar levantarme, Erick se acercó y me ayudó, podía sentir muy bien mis piernas, él me sostenía mientras intentaba caminar, camine por toda la habitación por varios minutos y en ningún momento mis piernas se desvanecieron. Ahora intenté hacerlo sola, y todo estaba perfectamente, Erick me mira y sonríe.

Golpean la puerta y entran, la vi a Ashley y tenía miedo de que haya venido Cristián.

— Tranquila, solo estamos con John, mamá sabe que no tiene que decirle nada a Cristián.

— ¿Ustedes también lo vieron?. — pregunté.

— No vamos hablar de eso ahora, solo trata de estar tranquila. — me dice John.

— ¿Como carajos hiciste para caminar? — pregunta Ashley

— Cuando vi a Cristián salí de la casa, me sentía mal pero también estaba mareada y no sentía mis piernas hasta que vi a Aibek y me trajo acá, pero en la puerta me desmaye y Erick me estuvo cuidando.

— Como siempre, gracias Erick. — responde Ashley

— Siempre voy a estar cuidándola.

— Pero ahora ya puedo caminar, estoy bien.

— ¿Me dejan sola con ella? — pide Ashley.

Todos se retiraron y nos quedamos sola, simplemente me acosté y Ashley a mi lado abrazándome y llegó el momento de estallar y llorar nuevamente.

— Tranquila, cuando puedas me contarás que pasó. Mientras tanto voy a estar contigo. — expresa acariciándome.

— Ashley, Cristián anoche estuvo hablando con Bella, después subió a la habitación y vio mi situación y solo quiso tener sexo pero yo me negué y se enojó conmigo y peleamos, se fue de la habitación y por eso llamé a Ámbar. Hoy me desperté e intenté caminar y como pude baje las escaleras y lo vi acostado en el sillón con Bella, él la tenía entre sus brazos y él estaba sin camisa.

— Lo sé, supuestamente anoche Bella fue hablar para pedir quedarse porque tuvo problemas con Eugenia y ya era tarde para volver.

— Es una maldita zorra. — expresé golpeando la cama.

— ¿Quieres que salgamos?.

— No, si quieres bajamos así almuerzas algo. — dije secando mis lágrimas.

Ambas bajamos y estaban por sentarse a comer.

A la noche...

Ya habíamos terminado de cenar, John ya se había ido a la tarde pero Ashley se quedó. Estamos los tres en la sala y mi madre con Santiago también.
Estaban jugando a las cartas los cuatro ya que yo no quería, Erick me agarra entre sus brazos y me abraza mientras seguía jugando, me quedé apoyada en su hombro.

Mi Última Razón ©✓.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora