Mi Última Razón ©✓.

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Emily Kelley...

Un mes después...

Estábamos a dos días de mi casamiento con el amor de mi vida, muy ansiosa estaba. Me encontraba yendo con Ashley y Angeles a retirar mi vestido y de las niñas, extrañaba cada día más a mi madre y de Santiago no supimos nada aún.

- ¿Estás ansiosa? - pregunta Ángeles.

- Muy emocionada, ansiosa porque llegue el día.

- Yo tengo que ir a retirar el traje de mi hijo, nos encontramos en la cafetería. - ángeles se va.

Me probé el vestido y me dan una corona.

- No hace falta la corona. - dije un poco nerviosa.

- Su novio pidió que lleves corona. - dice la diseñadora.

Luego de terminar fui a la cafetería a esperar a Ángeles, estaba sentada y Ashley estaba un poco inquieta.

- ¿Qué tienes? - pregunté.

- No sé, creo que tengo que ir con mi hijo.

- Está bien, anda yo la espero a mi suegra.

Me quedé sentada e hice un pedido de un café, a los minutos llegó mi suegra y se sienta al frente mío también haciendo su pedido.

— Te puedo hacer una pregunta. — me dice Ángeles.

— Claro, dime.

— ¿Qué tan segura estás de que Hallie sea de Cristián?. — su pregunta me sorprendió — porque está bien que la nena es igual pero idéntica a ti, pero hay pequeños detalles que se notan.

— Siempre lo dude, porque desde que me dieron la fecha y todo eso yo hacía cálculos y justo en ese tiempo también estaba con Erick. — y justo interrumpe mi celular — disculpe.

Atendí ya que era un número que no conocía.

- ¿Hola?.

- ¿Señorita Emily?

- Si, ¿Quién habla?.

- Soy el comisario que lleva el caso de Cristián, quisiera saber si usted puede acercarse a la oficina del juez, estaré y el psiquiatra también.

- ¿A qué hora tengo que estar?

- En una hora aproximadamente.

- Perfecto, estaré por allí.

Colgué la llamada y mi suegra me mira.

— Debo irme, tengo que ir a lo del juez, no sé que sucedió.

— Ve con Erick, ¿Si?. Yo tengo que terminar de hacer unas compras.

Nos despedimos y subí a mi auto yendo a mi casa. Estaba nerviosa ahora, ¿Qué habrá pasado?, se que el día que tuve que declarar no pude declarar completamente porque me agarró ataques de pánico, no quería volver a declarar y justo ahora.

— Amor, ¿Qué sucede?, te noto preocupada. — dice Erick acercándose.

— Me llamo el comisario, citandome en la oficina del juez junto al psiquiatra también.