Mi Última Razón ©✓.

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Emily Kelley...

— Bro, estábamos hablando nomás y aparte intento levantarse y la ayude a acostarse. — explica John.

— Mientras tú estabas con Bella. — dije indignada.

— Gracias John, ¿Nos dejas solo?, por favor. — pide Cristián amablemente.

Él se retiró y quedamos solos, simplemente lo ignore e hice que me iba a dormir.

— Emily, vino a preguntarme y contarme unas cosas. No es nada malo.

— ¿Emily? ¿Emily me acabas de decir?. Minutos que se ve con su ex y soy Emily ya.

— Tú no podías levantarte, lo hiciste por no confiar en mí.

— Sabes ya está Cris, voy a dormir. — intente darme vuelta como pude pero no podía.

Cris me agarra de la cintura y comienza a besarme, continúe su beso por unos segundos y me aleje, él se pone encima mío besándome nuevamente mientras intentaba sacar mi ropa y yo trate de impedirlo.

— ¿Por qué no me dejas hacerte el amor?. — habla un poco enojado.

— No quiero, no me siento bien y quiero descansar. Mañana será otro día y podremos hacerlo.

— Soy tu novio, no puedes negarte a tener sexo.

— Si que puedo y tú tienes que respetar eso, no todo es sexo en la relación Cris, ya ves en el estado que estoy y aún así quieres hacerlo, ten un poco de empatía.

— Okey, pero bien que a Erick jamás le negarías tener sexo.

— ¿Sabes cuál es la diferencia? Que él respetaba si yo me sentía mal, si estaba en una situación complicada, él me cuidaba realmente. — hable con un nudo en la garganta.

Cris simplemente agarra sus cosas y se va de la habitación. Me quedé completamente sola, ahora simplemente tendría que dormir hasta ver mañana que es lo que pasaba con Cris. Realmente tenía razón en sentir que nuestra relación se basa en el sexo y no en el amor. De mí parte aún no me entiendo, se que lo amo con todas mis fuerzas pero tampoco se que hacer.

Mi celular comienza a sonar y cuando mire, era Ámbar, no quería atender pues no puedo superar ver esa situación pero al final es la única que está para mi y estuvo más presente que mi hermana, pero no puedo perdonar lo que hizo. Podría hablar con ella y aclarar las cosas, así que decidí atender.

Hola Ámbar.

Emi, no pensé que fueras a atender. ¿Que haces despierta aún?

Pasaron unas cositas pero bueno, ¿Qué paso que me llamaste?

Quería hablar contigo, no quiero estar alejada de ti y saber cómo estabas.

¿Puedes venir? Se que es muy tarde pero si quieres venir mejor, estoy en mi habitación pero no puedo bajar abrirte.