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Sábado

- Candela la puta madre. - se me tiró encima la boluda.

- Levántate, están viniendo Medi y Exe - me sacude.

Me levanto con toda la fiaca del mundo, encima no había entrenamiento nada porque están de vacaciones los muchachos, salvo Zeballos y Medina que hoy venían a casa pero creo que a algún lado se van.

- Buenas. - dice Exequiel entrando. - Que cara de dormida.

- Recién se levanta. - dice Cande y me siento en el sillón.

- Que pasó? Pico la araña?. - dice Medina y se ríen.

- Si no está boludo, se fue a la selección. - le dice Cande.

- Pero antes de irse al City capas pica. - le dice y yo los miro nomás.

- Y no sé, anda rondando cada vez más cerca. - le responde Candela.

- Hasta un gol le dedicó. - habla está vez Zeballos. Hablan cómo si yo no estuviera. 

- Viste, yo no lo podía creer. - se ríen y me miran.

- Que manera de hablar al pedo. - se ríen.

- Cállate mejor. - me dice Medina.

- Pobre mi amigo, tiene competencia. - dice Changuito.

Me lavando del sillón y voy a la habitación de Ova para ver si se despertó. Y si, ya estaba despierta.

Hoy tenía la cena en la casa de Sebastián, Ova se queda con Candela, no la quiero llevar porque ya me puedo imaginar el trato que me pueden llegar a dar y no quiero que esté Ova.

Le pongo su ropa arriba de la cama, ella solita se cambia y después va a la cocina con los demás.

- Hola, Ovi. - ella se acerca a Cristián, lo abraza. Y también a Exequiel que estaba al lado de ella. 

- Vas a ir a la cena?. - me pregunta Candela.

- Que cena?. - habla Cristian.

- Sebastián la invitó a cenar a su casa.

- Y al final que pasó con el resultado?. - dice Exequiel y agarra el mate.

- Soy su hija. - me miran sorprendidos.

- Mírala, una Battaglia. - dice Cristian y ruedo los ojos.

- Vos también con eso?. - se ríe.

- Quien más te jodió?. - agarró una galletita.

- Tu amigo, Luis. - los dos jugadores se ríen.

...

Ya se acercaba la hora de ir a la casa de los Battaglia, me sentía nerviosa y ansiosa.

Cande me ayuda a arreglarme, tampoco voy ir tan elegante pero si presentable.

Ya era casi la hora y salgo para la casa de Sebastián. Cuando llegó, me quedo parada apoyada en el auto.

Tocó el timbre y espero un ratito hasta que veo que abren la puerta.

- Hola, pensé que no ibas a venir. - dice sonriendo. - Pasa, pasa. - se hace a un lado.

- Y ella quien es?. - escucho y los dos nos damos vuelta. Era una chica rubia, debe ser su hija.

- Ella es Alaska. - me mira. - Tu hermana. - la chica me mira de arriba a bajo. - Y ella es Camila. - me dice.

Le sonrío amablemente, ella me miraba sería. Va a ser una noche muy larga.

- Mi hermana?. - larga una carcajada y se va. Sebastián me mira.

No sé que hago acá, está no es mi familia, soy su hija pero no tengo porque estar acá, me siento muy incómoda, la reacción de su hija es obvia y no me molestó para nada pero la incomodidad que siento es muy grande.

- Estás bien?. - me dice bajito.

- Si. - sonrió.

Escucho que alguien baja por las escaleras, giro la cabeza y veo a su esposa, y a sus hijos.

- Hola. - me sonríe su esposa, falsamente. - Soy Bettina.

- Hola, me llamo..

- Si, ya lo sabemos. - me dice.

- Bueno, vengan vamos a cenar. - dice Sebastián, se lo notaba feliz.

Paso la noche, la mirada de su esposa y la de sus hijas, me incomodaba. Me cayó muy bien su hijo Benjamín, me mostró su habitación y las cosas que tenía, aunque a su madre se ve que no le gustó mucho que haga eso. Sebastián estaba feliz de que yo comparta un poco con su hijo y se daba cuenta de cómo su esposa y sus hijas me querían dejar de lado, decir o hacer algo para hacerme sentir mal.

Me despido de todos y salgo afuera, acompañada de Sebastián.

- Gracias por a ver venido, y perdón por el trato de mi esposa y mis hijas. - le sonrió.

- No pasa nada, es entendible. - le digo y me prendo la campera.

- Si pero tampoco para ser así. - dice molesto.

- Hay que darle tiempo supongo, no es fácil que aparezca una chica de la nada diciendo que soy tu hija. - se ríe.

- Es verdad.

- Bueno, me voy ya es bastante tarde. - lo saludo y me subo al auto.

Manejo hasta mi casa, cuando llegó entro despacio, ellas ya estaban durmiendo. Me cambio de ropa y me acuesto.

Domingo

Siento dos pesos arriba mío, abro los ojos, eran Candela y Ova.

A la tarde viajabamos para Santa Fe, Candela se quedaba en mi casa, ella no quiere estar cerca de su madre y ir a Córdoba sería estar cerca.

- Cómo te fue anoche?. - pregunto.

- Dentro de todo bien, aunque me incómoda bastante.

- Y si, pero tú padre es feliz de tenerte cerca. - sentí un algo en el pecho cuando dijo tu padre. - Y con la Araña que onda?.

- Nada, somos amigos. - Candela me mira. - Posta, somos amigos.

- Hacen linda pareja. - le hago montoncito. - De verdad Alaska,  sacando que es de la vereda de enfrente, se nota que es un buen muchacho y que es buena compañía para vos.

- Si, pero dentro de poco se va, y no me voy a ilucionar. - Candela ríe.

- Siempre dije que la distancia es una excusa.

- No, Cande, no. - le pasó el mate.

- Bueno. - dice poco convencida.

Entre charla va, charla viene, se hizo la hora de viajar me ayudó a bajar las valijas así las acomodaba en mi auto. La hago bañarse a Ova y después me baño yo.

- Buen viaje. - me abraza. - Avísame cuando lleguen.

- Bueno, cuídate y ojo a quien metes acá. - ella se ríe.

- Chau Alaska. - me dice riéndose.

Me subo al auto y arrancamos viaje a tierras Santafesinas. Iba a tener la oportunidad de hablar con mis padrinos, y me quería sacar las dudas de muchas cosas, creo que va a ser un buen viaje este.

...

Después de 4 horas de viaje llegamos a la casa de mis padrinos.

Ellos ya sabían que iba a venir así que ya nos estaban esperando.

- Hola, bienvenida otra vez. - dice mi madrina abrazándome. - Hola, Ovita. - ella le sonríe.

Mi padrino me ayudó a bajar las cosas del auto, y nos llevaron a la habitación. Ova estaba bastante cansada así que ella se quedó dormida.

°°
Como les va?

Poca Fe - Luis Vázquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora