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- Ali, después del entrenamiento nos vamos a lo de Exequiel por si querés venir con nosotros. - dice Aarón.

- Bueno, dale. ¿Hay que llevar algo? - digo.

- No nada, pero si querés llevar algo no hay problema. - asiento y Aarón se va a entrenar.

Me pongo el camperón del club, un cuellito y salgo a la cancha con la cámara en mano. El entrenamiento empieza y yo cómo siempre recorro toda la cancha mientras le sacaba fotos a los jugadores.

La mañana estaba fresca, los dedos los tenía congelados, el solcito si estaba lindo.

- ¿Cómo estás?. - pregunta mientras abre la botellita de agua. 

- Bien..¿vos?. - digo sin dejar de sacarles fotos.

- Bien..

- Me alegro. - seguía parado al lado mío.

- ¿Que te pareció Bárbara?. - pregunta.

- ¿Y porque me preguntas eso a mí?. - pregunto sin dejar de sacarles fotos.

- no bueno..te pregunto nomás. - dice y se acomoda la ropa.

- Linda que se yo. - digo y lo miro.

- ¿Nada más?. - me mira.

- ¿Y que se supone que te tengo que decir? Es tu novia, Luis. vos sabrás porque estás con ella.

  Luis.

"Vos sabrás porque estás con ella."
¿Sabré porque estoy con ella?.

- ¿Vas a lo de Exe?. - pregunto cambiándole de tema.

- Si, voy si. - dice.

- ¿Que te paso en la cara?. - le pregunto cuando ví los moretones.

- Nada ¿porque? - ví que se puso nerviosa.

- Alaska no me mientas ¿Quien te hizo eso?.

- Nadie, Luis. - dice mirándome.

- ¿Cómo que nadie? Mira como tenés marcada la cara. - le agarro despacio del mentón. - ¿Fue el hijo de puta de Lucas?.

- N..no. - dice nerviosa.

- Ese hijo de puta se atrevió a hacerte esto, y vos lo cubris. - digo enojado. - Y yo que intento cuidarte pero vos metes a tu casa al tipo que te lastima ¿Sos o te haces, Alaska? Podés por lo menos pensar un poco en nuestro bebé. 

- No me hizo nada, Luis. Deja de  imaginarte cualquier cosa. - intenta irse pero le agarro del brazo, no fuerte pero si firme.

- Me llego a enterar que esa mierda te hizo esto o si te volvió a poner un dedo encima, te juro por nuestro bebé que lo cago a piñas. - la suelto, ella solo me miraba y se va para otro lado de la cancha. La sigo con la mirada y Hugo me llama para que siga entrenando.

Después de un rato termina el entrenamiento, me subo a mi auto así me voy a casa y de ahí voy a lo de Exequiel.

- Ma, me cambio y me voy. - digo y ella me mira. Subo a mi habitación, cuando entro estaba mi novia sentada en mi cama.

- Hola, amor. - dice sonríendo.

- Hola. - sonrió.

- ¿Querés ir a almorzar afuera?.

- Es que gorda me invitó un amigo a la casa. - ella hace puchero.

- Porfa Lu. - dice cómo nena.

- Gorda no lo puedo dejar tirado a Exe.

Poca Fe - Luis Vázquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora