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Antes de cenar, entro a bañarme, Luis estaba jugando a la play le aviso pero estaba muy concentrado asi que solamente me dijo "Bueno amor".

Ni cuenta me di cuando Luis entro al baño, siento una mano en mi cintura y me doy vuelta rápido.

- Boludo me asustaste. - le digo y se ríe.

- Perdón amor. - dice y me empieza a besar el cuello, lentamente iba bajando hasta mis tetas. Y poco a poco fue subiendo la intensidad del momento.

Me alza, y enriedo mis piernas en su cintura, el roce de su bulto con mi vagina me calentaba más. Se baja el boxer, me corre a un lado la tanga y primero mete la puntita después manda todo de golpe.

Me apoya contra la pared, arqueo la espalda al sentir el frio. Luis empieza a aumentar la velocidad de sus embestidas y cada vez eran más fuertes.

- Así está bien?. - me pregunta agarrándome del cuello y con la voz agitada. No me salía ni una sola palabra así que solo asiento. - No me respondas así, hablame. - dice susurrando.

- Así si... - digo casi cómo un gemido. - Está muy bien. - reafirmó lo dicho antes.

Me baja, y hace que me dé la vuelta pegada a la pared, me levanta una pierna y vuelve a entrar de golpe.

- Hijo de puta. - digo y escucho su risa.

Me tira la cabeza para atrás, y se acerca a mí, sin dejar de moverse.

- Que pasa, mi amor?. - dice.

No puedo juntar las palabras, el placer que estaba sintiendo no me dejaba ni siquiera pensar.

- Me vas a hacer venir, amor. - digo y fue cómo una orden, empezó a moverse más rápido, estaba a nada de llegar al orgasmo pero la saca. - Me cortaste el orgasmo. - le digo.

- Vamos a la cama que es más cómodo. - apaga la llave de la ducha y nos vamos a la cama.

Lo empujó para que se siente en la cama, y me arrodilló adelante de él. Me muerdo el labio y luego lo miro a él que me miraba con mucho deseo.

Se la empiezo a chupar, lento sin ningún apuro. Veía que él tiraba la cabeza para atrás y largaba algún que otro gemido.

Me siento arriba suyo y me empiezo a mover, primero despacio y después subo el ritmo de a poco. Luis me agarra de la cintura haciendo el movimiento más rápido, haciendo que llegue al tan deseado orgasmo y él acaba afuera, obvio.

- Te deje nuestros hijos en tu pierna. - me dice y nos reímos. - Banca que te traigo algo así te limpias.

Todavía estando en la misma posición, me paso dos dedos por la pierna y luego los chupo.

- Quien diría que con esa carita de inocente seas tan así. - dice y se muerde el labio inferior.

- Las que parecen inocentes son las mejores dicen... - le guiño un ojo y me levanto. Entro al baño a bañarme otra vez.

Ahora sí, los dos ya bañados, nos sentamos en el sillón así empezabamos a cenar. A Luis se le ocurrió ver la película 365 dias en Netflix, no la había visto pero si escuché que es una película erótica.

Y bueno, al ver esa película hubo algo que se levantó y pasaron cosas en el sillón. Ustedes me entienden.

Jueves - 21/07

Día nuevo, hoy había entrenamiento a puertas abiertas para los periodistas que solamente arman problemas.

Suena el despertador, no me podía mover porque tenía un brazo atravesado otra vez.

- Luis despertate. - lo muevo. Y nada. - Dale, Luis. - lo vuelvo a mover y nada tampoco. - No puede ser que tengas en sueño tan pesado. - digo. Y por tercera vez lo muevo y nada.

Cuando logro sacar el brazo de Luis de encima mío, me levanto y voy al baño a lavarme la cara. Cuando salgo él ya estaba despierto.

- No me despertaste. - me dice y se frotaba los ojos.

- Te moví tres veces pero tenés el sueño re pesado. - me siento en la cama y agarró las zapatillas así me las pongo.

Se levanta y va al baño, hoy no íbamos a desayunar acá sino que en el club. Ellos desayunan y almuerzan en el club.

...

- Buenas. - digo entrando.

- Que feliz te veo. - dice Exequiel. - Anduvo descargando el 38?. - lo miro. - Eso es un si.

- Que ocurrencias las tuyas. - digo y se ríe.

- Si, claro. - dice. Me voy a otro lugar y me siento en mi silla.

Me sirvo un café con leche y unas tostadas, terminó de desayunar y me quedo un ratito más igual estábamos conversando así que la hora paso rápido.

Primero pasaban por el gimnasio y después iban a la cancha a hacer unos trabajos y después se iban a otra cancha para hacer trabajos tácticos y esas cosas.

La primer hora es a puertas abiertas para los periodistas y después ya es a puertas cerradas el entrenamiento.

- Cómo anda señorita?. - dice Candela.

- Te solto el Chelo. - digo.

- Pero cállate mejor. - me río.

- Papá me preguntó sobre lo de tener su apellido, y termine aceptando. - me cruzo de brazos.

- En que momento te pregunto?.

- Por WhatsApp reina. - digo.

- Ah, bueno perdona. - nos reímos. - Hola cabecita de oro. - le dice Candela a Luis.

- Cómo anda señora de Weigandt?

- No soy la señora de nadie, a vos te tienen cortito eh. - le dice.

- Nada que ver. - lo miro. - Mentira, mi amor. - me da un besito. Candela se ríe.

Luis se va a seguir entrenando con los muchachos, Hugo ya iba a definir el equipo hoy o mañana y ojalá juegue Luis.

Pasaron las horas y el entrenamiento termino, ellos se fueron a almorzar y yo me fui para la oficina.

- Hola. - dice Martin entrando.

- Hola, pasa. - digo y se sienta enfrente mío.

- No molesto, no?.

- Para nada, necesitabas algo?.

- Si, te venís a pedir el número de tu papá, si me lo podías pasar.

- Si, obvio. - agarró el celular. - Vos estás en el grupo, no?. - asiente. - Ahora saco tu número de ahí y te paso el número de papá.

- Ya me llegó. - dice mirando el celular.

- Che gorda, vam... - se queda callado cuando nos ve. - Martincito, no fuiste a almorzar.

- No, voy a almorzar con mis suegros. - dice y Luis me mira.

- Mira que bueno, lo mismo tendría que hacer yo.- dice y yo me río.

- Bueno, me voy yendo que llegó tarde sino. - se levanta. - Gracias Alaska. - solo sonrió y él se va.

- Le pase el número de mi papá. - me levanto de dónde estaba y agarró la mochila.

- No te dije y tampoco pregunté nada. - dice mientras salíamos.

- Pero tu cara si lo hizo.

Nos subimos al auto, y nos fuimos, primero me dejó en casa y después él se fue a la suya.

Poca Fe - Luis Vázquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora