Candela
Nuevo día de entrenamiento, Ova ya se fue al colegio y Soledad se quedó limpiando un poco la casa y después iba al hospital.
Llego a Casa Amarilla, los muchachos dentro de todo están con esperanzas de que va a salir y yo también.
Es una chica fuerte, no es la primera vez que pasa por esto, pero si es la primera vez que termina en un hospital. Se que va a salir, su papá la está cuidando de arriba y él no la va abandonar.
Por otro lado, pedí las cámaras de ese día, les conté maso menos y me dijeron que me iban a ayudar. Y la denuncia ya está, ya la hice, aunque Soledad me dijera que no lo haga que primero hay que estar seguras pero yo estaba muy segura de que si era él.
- Hey, está bien?. - me pregunta uno de los médicos.
- Sisi. - sonrió y sigo con lo que estaba haciendo.
Encima hoy teníamos concentración y me da un poquito de miedo la verdad pero se que Soledad me va a avisar cualquier cosa.
- Sabes algo?. - me doy vuelta y era Toto.
- No, nada. - digo y sigo acomodando. - Aunque ojalá hoy haya un avance. - digo y me suena el celular. - Es Sole. - le digo a Toto.
- Atende boluda. - me apura.
- Hola Sole, paso algo?. - digo mirando a Toto.
- Despertó Cande, abrió los ojitos Ali. - me dice emocionada y sonrió.
- De verdad? Hay que feliz estoy, gracias por avisar Sole.
Corto la llamada y empiezo a saltar de la emoción y lo abrazo al Toto que no entendía nada.
- Que pasa?.
- Abrió los ojos, Toto. - lo abrazo.
- Alaska?. - escucho la voz de Battaglia, lo miro.
- Si Seba, tu hija abrió los ojos. - le digo y se le forma una sonrisa de oreja a oreja.
- Yo sabía, esa chica es fuerte y sabía que iba a abrir esos ojitos lindos que tiene. - dice sonriendo.
- Porque tanta felicidad?. - dice Rojo entrando con los demás.
- Mi hija abrió los ojos, y muy pronto va a salir del hospital. - dice Sebastián y Marcos lo abraza.
Alaska
- Tranqui ahijada, despacito. - siento su la mano en mi brazo.
- Que me pasó?. - me miro las manos porque tenía el suero.
De la nada me acuerdo de todo, fue una lluvia de recuerdos que me cayó de golpe. Y me largo a llorar, me dió una precisión en el pecho y no pude contener las lágrimas.
- Está bien Ali, larga todo. - me dice mi madrina.
Lloraba y me miraba, miraba mis manos que tenía el suero, me destape las piernas y tenía miles de marcas, y una bota ortopedica en la pierna izquierda. Intente sentarme y no pude.
- No, Ali. - me ayuda a acostarme. - No hagas esfuerzo.
- Y Cande? Ova?. - le pregunto porque no había nadie más que ella.
- Cande está trabajando y Ova en el colegio. Vino tu padre ayer, estaba muy preocupado por vos. - me dice.
Iba a decir algo pero entra el médico, me mira y sonríe.
- Alaska, cómo estás? - se para al lado de la cama.
- Bien, me duele la pierna un poco.
- Si, tenés la pierna fracturada, y la clavícula también, si va todo bien entre mañana y el Sábado ya te podés ir a tu casa. - dice y asiento sonríendo. - Ahora van a venir a cambiarte el suero. - dice y se va.
- Mi papá estuvo acá?.
- Si, y algunos de los jugadores de Boca también vinieron a verte. - levanto las cejas.
Me contó un montón de cosas, me puso al día con todo, con Ova, la charla que tuvo con Sebastián cuando lo vio, conoció al Plantel y en especial a Luis.
Me pone contenta tenerla acá conmigo, más me pondría contenta si estuviera Cande pero no se puede.
Llego la hora de ir a buscar a Ova, Soledad fue a buscarla y me quedé pensando. Me acordaba de todo lo que pasó y volví a llorar, no se cómo permití que me hiciera estás cosas y dejar que llegue a este punto.
Suena mi celular, lo agarro y era Julián, hace dos días que me venía hablando. Así que le hago un audio explicándole maso menos lo que pasó, pero veo que me llamo y bueno, nos quedamos hablando un buen rato.
Viernes
Al final hoy me daban el alta, pero al medio día, así que mi madrina me trajo ropa y Ova también estaba acá, faltó al colegio.
- Y a vos cómo te está llendo en el colegio? - le pregunto a Ova.
- Bien, aunque un poco distraída porque tenía miedo de que te pase algo. - dice y se me estruja el corazón.
- Pero estoy bien, Ovi. - sonrió.
- Alaska, que alegría verte tan sonriente y de buen humor. - dice el médico entrando. - En media hora ya te podés ir. - dice y mira a mí madrina. - Señora, le voy a dar algunos analgésicos y vitaminas que tiene que tomar, porque esta muy débil y para que no agarre anemia. - mi madrina asiente y yo también.
...
Llego a mi casa y me llevan a mi habitación, me ayudan a acostarme y después se van.
- Tengo que ir a la farmacia a comprarte tus cosas. - dice mi madrina.
- Lleva mi billetera, por si te falta plata. - digo mientras me acomodo mejor, mi madrina agarra la billetera y se va. - Ovi, vení vamos a mirar una película.
Ella se acuesta con cuidado al lado mío, se tapa también además estaba haciendo bastante frío. Prendo la tele y pongo Netflix para buscar alguna película que este buena.
Pasaron 10 minutos de película, la miro a Ova y estaba durmiendo, la acomodo y luego la tapo mejor.
- Se duermo la gordi. - dice Soledad.
- Si, conseguiste las cosas?. - asiente y me muestra la bolsita. - Quiero ir a ver a los muchachos.
- No, señorita. - deja la bolsita arriba de la mesa de luz. - Usted no se puede levantar todavía. Ahora quedése hay que le voy a traer el almuerzo que no comiste nada todavía. - sonrió y ella sale de la habitación.
Almorzamos en mi habitación, no me quería dejar sola, despierto a Ova así ella también comía algo.
Me dieron dos semanas de reposo pero conociendo cómo soy, no voy a aguantar esas dos semanas.
Ova tenía un cumpleaños y Sole la iba a llevar, así que iba a estar sola y me aburre bastante estar acostada sin hacer nada.
Agarró el celular porque suena y era una video llamada de Cande.
- Hola Cande. - digo sonriendo.
- Ya estás en casa?. - pregunta mientras acomoda el celular.
- Si, hoy me dieron el alta. - le digo.
- Con quien hablas?. - escucho y era Pipa, y le saca el celular.
- Hola Ali, como estás?. - dice sonriendo y se mete Zeballos también.
- Boluda, cómo estás? Ya estás en tu casa? Estas sola? - me pregunta rápido. Pipa lo mira.
- Banca un toque amigo. - dice y nos reímos.
Me quede hablando con ellos un rato más, varios de los jugadores se metieron en la llamada.
Y pude hablar con mi papá un ratito también, aunque no mucho porque ya le sacaron el celular a Cande y se encerraron en el baño para hablar conmigo sino ella no los dejaba porque le sacaba el celular.