Me levanto temprano, hoy teníamos que estar a las 7 de la mañana en el Predio pero a avisé que iba a llegar un poco más tarde así que a las 8 ya tenía que estar allá.
Preparo el desayuno, y levanto a Ova así se cambia y desayuna tranquila.
- Buen día. - dice Soledad sentandose. - Hoy trabajas?.
- Sisi. - le sirvo la leche a Ova.
- Si querés puedo llevarla al colegio y después paso por el hospital.
- Dale, hoy salgo al medio día y voy.
Después de desayunar, salimos del departamento, Soledad se va con Ova y yo voy al Predio, que les voy a decir.
Llego al Predio, y entro. Apenas entró veo a Javier el fotógrafo y aprovecho.
- Javi. - lo llamo y se acerca.
- Buen día Cande. - sonrie. - Y Alaska?. - le hago una cara y me mira preocupado. - Que pasó?.
- Está en el hospital, esta muy delicada pero dentro de todo está bien, por favor no le digas nada a nadie, por lo menos hasta que termine el entrenamiento.
- Okey, pero van a preguntar porque no vino. - dice y me hace una seña eran los jugadores.
- Buenas. - dice Rojo. - Cande tanto tiempo.
- Cómo andan muchachos?.
- Y Ali?. - me pregunta Toto.
Mierda, que les digo.
- Ova está muy enferma, justo le bien a avisar a Javi y mañana tampoco va a venir. - lo miro a Javier y el asiente. - Después voy a hablar con Román para que sepa también.
- Muy bien. - me dice y se va.
- Uh, que le pasó a Ovi?. - pregunta Medina. - Que raro igual que no dijo nada.
- Es que anda con la cabeza a mil y Ovita está con anginas, y debes en cuando levanta fiebre también.
- Pobre la peque. - dice Exequiel y entran a la cancha.
Pasa la mañana y los jugadores ya estaban en el vestuario, para irse a sus casas. Me acerco a la puerta, suspiro y tocó.
- Cande, pasa algo?. - pregunta Cali.
- Necesito hablar con ustedes. - se hace a un lado y entro al vestuario.
- Que pasa? Me asusta tu cara. - dice Pol.
- Bueno, primero que nada quiero que esten tranquilos, no se asusten y tampoco se alteren.
- Ya me asusté y me altere. - dice Ávila. - Dale, Cande. - suspiro.
- Bueno, Alaska no vino porque Ova está enferma, Ovita está muy bien, está con la madrina de Ali..
- Paso algo con Alaska?. - pregunta Battaglia.
- Si.. - me miran preocupados. - Pero cómo ya les dije, no se asusten ni nada. Ella está en el hospital, está delicada pero el doctor me dijo que se va a recuperar.
- Pero que le pasó?.
- Creo que después de que vos te fuiste. - le digo a Luis. - Hilario apareció y la golpeó hasta dejarla inconsciente.
- En dónde está? En qué hospital está?. - me pregunta Sebastián.
- En el hospital Italiano. - le digo y sale corriendo del vestuario.
| Luis |
Fue un baldazo de agua fría, no podía creer lo que Candela nos estaba diciendo.
Intente salir del vestuario pero Exequiel me frena, y me doy cuenta de que Sebastián salió corriendo, supongo que no era el momento.
Me siento en mi lugar y me doy cuenta de que si no me hubiera ido, ella no estaría en el hospital.
- Si me hubiera quedado un rato más, esto no estaría pasando. - digo y me miran.
- Es que nadie sabía que iba a aparecer en su casa. - dice Candela. - No te cargues una responsabilidad.
- Es que en siento punto me siento un poco culpable, porque si yo hubiera estado, lo podía haber evitado. - digo y Rojo se sienta al lado mío.
- Luisito, no te eches la culpa, Cande tiene razón, como ibas a saber que él iba a ir y la iba a lastimar.
- El único culpable es el hijo de puta de su hermano. - dice Advincula.
- No es la primera vez que pasa esto, muchachos. - dice Candela y todos la miramos. - Siempre la golpeó y ella aguantaba por Ova y por su madre, miles de veces la amenazó con que la iba a matar si no se iban de la casa pero ella seguía. No quería dejar sola a su madre con su hermana.
- Y su madre así le devuelve todo. - dice Pipa.
- Abandonandola, sin ningúna explicación. - dice Cande.
- Podemos ir a verla?. - le pregunto.
- Si, obvio.
Salimos del vestuario para ir al hospital, no íbamos a ir todo el plantel completo pero si algunos de los muchachos.
Llegamos al hospital, y entramos. Seguimos a Cande hasta llegar a la puerta de la habitación. Toca la puerta y la abre.
- Hola. - nos saluda una señora que creo es su madrina. - Yo soy Soledad, la madrina de Ali. - dice sonriendo.
- Lamentamos el momento que está pasando con su ahijada. - le dice Marcos.
- Gracias muchachos. - nos sonríe. - El médico dijo que ella escucha todo, así que puede hablarle, y si ven alguna reacción que les avisemos.
- No hay ningúna mejoría o alguna reacción?. - le pregunto.
- El semblante está mucho mejor, cuando la traje estaba palida y los medicamentos la están ayudando un montón. - escuchamos atentamente a Candela.
- Y también dijo que entre hoy y mañana tendría abrir los ojos o alguna reacción tiene que haber, solamente hay que estar atentos. - dice está vez Soledad.
Me alejo un poco y me siento al lado de la camilla, le agarro la mano y la empiezo a acariciar.
Me quede mirándola, clave mi mirada en sus manos esperando algo y vi como movió los dedo, el alma me volvió al cuerpo.
- Movió los dedos. - digo emocionado y todos se acercan.
Nos quedamos mirando y los volvió a mover, todos sonreímos. Era algo muy bueno, eso quiere decir que se está recuperando y va a volver a ser la Alaska de siempre.