Celia.
Me sonó el despertador y lo pasé realmente mal para encontrarlo, Nil tenía la habitación muy desordenada. Finalmente, me acordé de que lo había dejado encima del escritorio, pero que Nil había dejado su ropa del día anterior sobre mi móvil.
- Apaga eso - murmuró Nil, entre sueños.
Lo apagué, pero tiré su lampara sin querer. Nil se sentó en la cama, mirándome fijamente.
- Lo siento - dije, sonriendo inocentemente -. Está oscuro.
Nil suspiró y se echó en la cama de nuevo.
Aproveché para volver a mi casa y cambiarme de ropa. Echaba de menos el olor y el sentimiento de estar en mi hogar, siempre que pasaba más de un par de días fuera me pasaba.
Miré mi armario y no me gustaba absolutamente nada de lo que veía, nada de ello era mi estilo. Todo eran colores apagados, ropa larga y con la que difícilmente destacarías en una habitación repleta de gente. No... no me explicaba ese cambio ni cuando me había convertido en eso.
Vi que se me empezaba a hacer tarde y me dispuse a vestirme. Me puse una falda, la misma que la última vez, y una blusa que tenía un poco de escote. Dudé al verme en el espejo, pero a mí me gustaba.
Abrí la puerta y me encontré a Nil apoyado en el ascensor, con la bolsa del gimnasio.
- Dios, por fin te pones esa falda otra vez - murmuró, mirándome de arriba abajo.
Al final, no pude evitar preguntarle:
- ¿Qué haces ahí?- pregunté.
- Te voy a acompañar al trabajo - anunció, enseñándome sus llaves del coche -. De paso, iré al gimnasio.
No me dio tiempo a responderle porque me agarró de la mano y me metió en el ascensor. Una vez dentro, se inclinó para besarme.
Estuvimos en silencio hasta que nos metimos en el coche. El mío estaba al lado e insistí en ir con el mío, pero se negó.
- Bueno, ¿Dónde trabajas?- preguntó, arrancando el coche.
Le di la dirección y puso algo de música para el camino. Estaba un poco nerviosa, no... no sabía si quería que me acompañara.
- ¿Estás bien?- preguntó, bajando la música.
- Sí, solo tengo sueño - excusé.
Asintió, no muy conforme. Era imposible que supiera que detestaba esa oficina, ¿verdad? No le había contado nada.
- ¿Quieres que pase a recogerte cuando termines?- sugirió, aparcando enfrente de mi oficina -. Podemos ir a comer. Ahora que somos novios tendremos que tener citas y esas cosas.
Me quedé mirándole, quizá más sorprendida de lo que esperaba. Lo notó y apartó la mirada.
- Claro, pasa a por mí - le aseguré, dándole un beso antes de bajar del coche.
Al entrar, me vinieron todos los recuerdos que tenía sobre este sitio. Las miradas de mis compañeros, las humillaciones de mi jefe... No podía seguir así, necesitaba un trabajo nuevo.
- Buenos días, Jones - dijo mi jefe a mis espaldas.
Nil.
Joder, le había dicho a Celia que éramos novios. Vale que todo fuera como cuando sí lo éramos, pero... era diferente ahora. Solo esperaba no haberla cagado mucho.
Me acerqué al gimnasio para ver a Jessica e ir a tomar algo, era la hora de su descanso de veinte minutos.
- ¡Nil! - exclamó, abrazándome.
![](https://img.wattpad.com/cover/290807698-288-k245313.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Volver a ser nosotros
RomanceEx... esa persona de la que tanto odiamos hablar. Eso incluye a Celia, que después de ocho años sin saber nada de su ex, se ve enfrentada a ser su vecina. ¿Cómo afectará esto a su vida actual? ¿Cómo afectará a su relación con su actual pareja? ¿Có...