Celia.
Miré a la puerta, nerviosa, y me maldije por haber dejado a Nil abrirla.
- ¿Qué coño haces en mi casa?- le preguntó Richard, empujándolo contra la pared.
Mierda... Amaya y Adam no podían ver esto. Iba a morirme de vergüenza.
- ¡Richard!- exclamé, agarrándole del brazo para llevarle a la habitación y hablar con él.
Olía a alcohol y tabaco. Me pareció hipócrita, ya que Richard siempre había repetido el asco que le daba todo eso y lo malo que era. Obviamente, dejando claro que Nil consumía todo eso.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunté, susurrando para que no se enterasen.
- He venido a ver a mi novia y...- hizo una pausa, respirando aceleradamente - y me la he encontrado con otro. ¡Con el mismo con el que me puso los cuernos!
- No grites - ordené, cruzándome de hombros -. Y no soy tu novia, eso para empezar.
- No sé qué cojones te pasa - dijo, pasándose una mano por la cara -. Yo te quiero. Y... tú me quieres.
- Richard, yo te quise mucho, pero tus actos no me permitieron seguir haciéndolo - sentencié, mirándole a los ojos -. Y no ha sido fácil, créeme.
Se quedó mirándome un rato largo y pensé que iba a... no sé, gritarme y decirme de todo, pero no fue lo que hizo.
- Te vas a arrepentir en cuanto te vuelva a romper el corazón - advirtió, arrastrando un poco las palabras -. Y espero que no me vengas llorando como hiciste la última vez porque ya no voy a estar ahí.
Le miré y... quise gritar de frustración. Estaba pasándomelo bien hasta que llegó. Me entró mucha rabia, nunca había sentido tanta.
- ¡No te he dejado porque quiera irme con él!- grité, obligándome a aguantar las lágrimas de rabia -. ¡Te he dejado porque me agobias! ¡Te he dejado porque nunca me has tenido en cuenta y porque no entiendes lo que significa el amor!
- ¡Celia!- gritó, dejando claro que quería que me callara.
- ¡Y porque te acostaste con Lisa más de una vez y no fuiste capaz de contármelo!- seguí desahogándome -. Y... estoy harta de tener que darte explicaciones por cada cosa que hago, Richard.
- Nadie te va a querer como te he querido yo - intentó amenazarme.
- Eso espero.
Parece que entendió el mensaje y se calló, mirándome. Puede que de verdad estuviera dolido, pero era demasiado tarde como para remediarlo.
Antes de que saliera por la puerta, le di el resto de ropa y cosas que tenía aquí. Me aseguré de que no cogiera llaves y le pedí que no volviera más.
Me dolía la cabeza y estaba mareada.
Nil.
Adam miraba a la habitación con pena, Maya estaba asustada y yo solo quería entrar ahí y echar a Richard.
Entonces, él salió cargado de cosas y me dedicó una última mirada que me encargué de devolverle.
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Volver a ser nosotros
RomansaEx... esa persona de la que tanto odiamos hablar. Eso incluye a Celia, que después de ocho años sin saber nada de su ex, se ve enfrentada a ser su vecina. ¿Cómo afectará esto a su vida actual? ¿Cómo afectará a su relación con su actual pareja? ¿Có...